viernes, 11 de octubre de 2019

POLOS OPUESTOS XVIII


Capítulo XVIII

Después de un par de minutos en silencio nos levantamos y vamos a la playa, no sin antes avisar a Aria de donde estamos.
Sin embargo no hay nadie más de la familia allí.
-¿Te quieres quedar o vamos a casa?
-Mmm… Me gustaría tomar el sol un rato y luego nos vamos, o bueno si quieres tú puedes ir a casa.
-No, tranquila, no quiero que te pierdas de nuevo.
-¡Jáh, te creerás gracioso y todo!
-Pues sí, si yo iba para cómico pero me quedé en el camino.
-Claro, nadie te aceptaba porque no hacías reír.-Digo sacando la lengua.
-¿Qué no hago reír? ¡Ya verás ahora!
Se aproxima a mí y comienza a hacerme cosquillas.
-¡Pa…Para!
-¿Ves como te estás riendo?
-Por… Las… Cosquillas.
Byron para y nos quedamos en silencio mientras nuestras miradas se cruzan.
Otra vez me vuelve esa extraña sensación.
 << ¡Bah, seguro que es hambre! >>
-Eres preciosa.-Me sonríe.
Mi corazón comienza a latir más deprisa, mis nervios empiezan a aparecer y mi respiración se agita.
Su mirada baja de mis ojos hacia mis labios, se los relame y empieza a acercarse.
<< ¡No, por favor no lo… Ha…gas… O bueno sí…! >>
Cierro los ojos y espero impaciente a que nuestros labios se unan, pero no pasa porque justo el móvil del chico comienza a sonar.
-Lo siento.-Dice apurado buscando su móvil en el bolsillo.
-No pasa nada.
Cuando lo encuentra, lo mira, suspira y no lo coge, ni siquiera cuelga.
-¿No vas a contestar?
-No.-Dice poniéndose de pie.
Su rostro se ha vuelto más serio, pero a la vez más tenso.
-Ya es tarde, deberíamos volver a casa.
Asiento un poco aturdida y lo sigo.
El camino hasta casa se hace interminable, no ha dicho ni una palabra y ni siquiera me ha mirado un segundo.
<< ¿Quién le habrá llamado para que haya cambiado así de repente? >>
Cuando llegamos su madre está poniendo la mesa, sonríe al vernos llegar juntos, pero de repente se percata de algo y se vuelve más seria, pareciéndose a su hijo mayor en esos momentos.
-¿Y Aria?
-Está…-Voy a contestar cuando de repente aparece por la puerta.-Ahí, la dejé hablando por teléfono, me dijo que no la esperara.-La cubro.
Byron no dice nada y desaparece de la habitación.
-¿Y a él que le pasa?
-No lo sé, lleva un rato así… Desde que recibió una llamada a la que no contestó.
Jessica resopla.
-¿Te ayudo a poner la mesa?
-No tranquila, ve a ducharte mientras se termina de hacer la cena.
-Vale.
Subo a la habitación y Aria viene detrás de mí.
-Gracias por cubrirme.-Medio sonríe.
-De nada, debíamos volver a casa juntas, al menos no tardaste mucho en llegar.-Me encojo de hombros.
-Siento lo que dije antes…
Me sorprendo al escucharla.
-Tranquila, tenías razón, pero ya sabes como soy para relacionarme con los demás…
-Lo sé, pero tampoco debí decirte eso y mucho menos dejarte sola…
-Por suerte me encontré con tu hermano.
-Ui, ¿qué tal con él? Sé que no os lleváis muy bien que digamos… Aunque últimamente veo que os respetáis.
-Pues tienes razón, últimamente lo soporto más…-Sonrío.
-No será que te…-Levanta una ceja.
-¿Qué me?
-Que te está empezando a gustar.
-¿Qué? ¡No! Si cuando me iba a besar yo me iba a apartar…-Lo suelto sin pensar.
-¿Qué os ibais a besar?-Abre los ojos como platos.
-¡Mierda! No se lo digas, ni a él ni a nadie.
-Vale, vale, pero… ¿Seguro que no sientes nada por él?
-No, eso conmigo no va.
-Los sentimientos aparecen cuando menos lo esperas.
-Ya, pero conmigo nunca lo harán.
-Ya me lo dirás en unas semanas… o días.-Ríe.
-¡Oye!-La tiro una almohada.
-¡Serás!-Ríe y me la devuelve.
Y así es como empezamos una guerra de almohadas hasta que tocaron en la puerta.
Paramos y nos pusimos firmes como si no estuviéramos haciendo nada.
Byron abre la puerta.
-¿Qué estabais haciendo para armar tanto jaleo?
-¿Nosotras? ¡Nada!-Nos miramos cómplices e intentando no reír.
Pero en un segundo salieron carcajadas de nuestras bocas.
-¡Qué locas!-Ríe antes de cerrar la puerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario