lunes, 28 de octubre de 2019

UN AMOR INESPERADO (180º II) II


Capítulo Dos


Soraya llamó a la puerta de Alba.
-Tienes visita.
-Pues dile que se vaya, mamá, no quiero ver a nadie.
-¿Vas a hacer que se vuelva a casa y pasen otros diez años sin verlo?
Esa respuesta le dio curiosidad a la chica, ¿quién sería? ¿Diez años sin verlo? ¡Oh, no, no se podía creer que volviera a verlo!
-¡Dile que pase!-Sonrió después de una semana de lloros.

En seguida un chico alto, moreno, con ojos oscuros y barba apareció con una gran sonrisa.
-¡Mi querida Alba!
-¡Mikiiiiii!-Se levantó a abrazarlo.- ¡Cuánto te he extrañado!
-Y yo a ti, pequeña.-Le devolvió el abrazo más fuerte aún.
Se quedaron en silencio disfrutando de ese momento durante un par de minutos más.
-¿Qué haces aquí después de tanto tiempo?
-¿No puedo venir a ver a mi Albita?
-¡No empieces a llamarme así!
-¿O si no qué?
-Te daré una patada en todos los huevos, y sabes que soy capaz.
-Vale, vale.-Rió.-Sí, la última vez casi me dejas estéril.
-Ahora dime la verdad, ¿a qué has venido?
-El otro día te llamé al teléfono fijo, contestó tu madre y no quisiste hablar conmigo.
-¿QUÉ? ¿ERAS TÚ? Ay no… ¡Lo siento muchísimo, cielo!
-No te preocupes.-Sonrió.-Ahora estoy aquí y estamos hablando.
-¡Eres genial!
-Tenía pensado venir antes pero por temas de trabajo no pude… Soraya me dijo que llevabas unos días sin salir de casa y sin hacer mucho, así que decidí venir lo antes posible y asegurarme de que estabas bien.
-Lo que te dijo mi madre es verdad, llevo una semana en la que solo me muevo de la cama para ir al baño.
-¿Y eso a qué se debe?
-He…roto con mi novio.
-¿Por qué? ¿Qué ha hecho ese capu***?
-Últimamente culpaba a mi mejor amiga de nuestros problemas, siempre estábamos discutiendo porque estaba más con ella, pero es que me necesitaba.
-¿Y eso?
-Naira se vino a vivir a Córdoba, lejos de su familia, y al principio iba todo bien, pero desde que nació mi pequeña sobrinita… las cosas se empezaron a torcer, ella solo nos tenía a Lucas, el mejor amigo de mi novio, bueno… ex, y a mí, así que pasábamos más tiempo con ella.
-A ver… Entiendo que tuvierais que pasar más tiempo con ella, y que él se sintiera mal porque a penas os veía, pero de ahí a que cortéis…
-¿Ahora estás de su parte? ¡Genial!
-Alba no te enfades conmigo, por lo que me estás diciendo él tiene razón, aunque debería haberlo hablado contigo y no estar discutiéndolo.
-Es que es esa, él parece no comprenderlo, y aún así sacaba tiempo para él pero… parecía que era insuficiente, aunque para mí lo era porque siempre que nos veíamos empezaba a comportarse como un idiota. Además el otro día me encontré con Lucas, me estuvo calmando, nos vio y nos preguntó si estábamos liados. Y fue ahí cuando exploté y le dije que se había terminado lo nuestro.
-Ahora entiendo tu parte también…Pero deberíais hablarlo detenidamente y buscar una solución, seguro que podéis resolverlo.
-No, Miki, estoy harta.
-¿Estás harta de él o de discutir siempre?
Se quedó en silencio.
-Reflexiona lo que te acabo de preguntar, si es la primera opción entonces has elegido el camino correcto, pero si es por lo otro… La base principal de una relación es la comunicación, y si siempre la ha habido pero ahora no… quizá es que hay algo que falla pero tiene solución. Si aún lo quieres deberías luchar por él, por vuestro amor.
-Gracias.-Medio sonrió.-Y ahora cambiemos de tema… ¿Tú qué tal todo por Granada? ¿Mucho trabajo?
-Pues sí, el periodismo es algo muy ajetreado, pero me encanta…
-Me alegro muchísimo, y… ¿De amores qué tal vas?
-Pues con el trabajo no tengo tiempo para ocuparme de eso, fíjate que mis únicos amigos son mis compañeros de la empresa…
-Uff… ¿Y no te gustaría encontrar pareja?
-La verdad que sí, extraño poder tener a alguien cuando esté mal, o apoyarla cuando ella lo esté, tener con quien dormir, despertar y sonreír por tener la suerte de tener a esa persona…
-¡Qué romántico has sido siempre! ¿Qué tal si salimos tú y yo?-Rió Alba.
-Me parece una buena idea, eres un buen partido, pero… ya sabes que no podemos.
-Ya, Miki, qué pena…
Los dos pasaron la tarde riendo, recordando viejos tiempos como sus viejos amigos, sus primeros besos, sus fiestas, sus excursiones, etc.
Miki se iba a ir a su antigua casa a cenar, pero Soraya le insistió en que se quedara con ellas.
-¡Estaba riquísima la cena, Soraya! Muchas gracias.
-A ti, bombón.-Le guiñó el ojo.
-¡Mamá!-Se rió su hija.
Después de recoger todo el chico decidió que era ya tarde y tenía que ir a descansar, así que se despidió de Alba y Soraya y se fue.
-¿Qué pasa, mamá? ¿Por qué me miras así?
-Porque extrañaba verte así, ven anda.-Abrió sus brazos para darle un buen achuchón.
-¿Así cómo?
-Feliz.
-No lo estoy mamá…
-Pues la vuelta de Miki parece que ha hecho que lo estés.
-Es que lo echaba mucho de menos… Siempre ha sido importante para mí.
-Y siempre lo será, quizá que esté aquí puede conseguir distraerte de…
-Sí…Pero aún así no puedo evitar pensar en Álvaro…
-Tranquila mi niña, todo saldrá bien.
Y tras un beso de buenas noches la chica se fue directa a su cama a intentar dormir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario