🔺Este
capítulo puede contener escenas sexuales.🔻
Capítulo XXIII
Los dos
días siguientes se me pasaron eternos, no quería salir ni siquiera al jardín y
por mucho que me insistían seguía en la habitación leyendo, escuchando música y
con el teléfono apagado.
No me
apetecía si quiera hablar con nadie, y eso terminó por respetarlo todos los
Cooper.
Byron huía
de mí, y lo comprendía.
Sabía que
eso era lo mejor, lo único que necesitaba ahora era… despejarme… Pero, ¿cómo?
Se me
ocurrió una brillante idea, aunque me sentía un poco mal por Eder… Pero ¿que
más da si no lo iba a volver a ver?
Enciendo mi
móvil ignorando cualquier notificación y lo llamo.
En seguida
me responde y me da su dirección.
No tuve
ningún problema en encontrar su casa.
-Estamos
solos.-Me sonríe antes de lanzarse a mi boca.
Sin
separar nuestras bocas entramos en una habitación, supongo que es la suya.
Me tira
sobre la cama, me quita la camiseta y el sujetador y comienza a lamer mis
pezones.
Un pequeño
gemido sale de mi boca haciendo que note su gran erección por encima de
nuestros pantalones.
Le empiezo
a besar por el cuello mientras con mis manos desato su pantalón, lo desnudo
completamente, me quito lo que me queda de ropa, le pongo un condón y me monto
encima de él haciendo que suelte un gemido.
Empiezo a
moverme mientras lo miro y él me acaricia la espalda.
Son
movimientos lentos, pero que poco a poco aumenta el ritmo.
---------------------------------------------------------
Y así es como
me paso la penúltima tarde de las vacaciones, teniendo sexo con el chulo pero
potentorro Eder.
Y me sirve
para no pensar en nada más que en sentir placer.
Después de
una “ducha” larga me visto y decido volver a la cara de la playa de los Cooper.
Y lo primero
que me encuentro es con Byron.
<<
¡Genial!>>
Él no me
saluda, ni siquiera me mira y desaparece por el pasillo de abajo.
Voy hacia
la habitación y me encuentro con Aria.
-¿Estás
bien?
-Sí,
solamente que mañana nos vamos y… No voy a ver más a Caleb.
-¿No vas a
verlo más? Pero si cada verano venís aquí, lo verás el próximo año.
-Eso es
mucho tiempo…
Niego con
la cabeza sin entenderla y la abrazo.
-Creo que me he enamorado de él.-Confiesa entre mis brazos.
-Creo que me he enamorado de él.-Confiesa entre mis brazos.
Me separo
de ella y la miro.
-¿Enamorarte
de él? ¿En 4 días?
-No es
cuestión de tiempo, es cuestión de química.
-Chorradas…
-Ariel, sé
que tú te niegas al amor, no sé el motivo, pero es verdad… Siento una fuerte
conexión con él y…
-Pero te
toca volver a casa, seguir con tus estudios… Y él estará aquí, si el amor es
complicado, ¡imagínate a distancia!
-¿Has
tenido un novio a distancia? ¿Por eso no quieres saber nada?
-No, no…
Yo no, pero mi mejor amiga sí, y no es por eso…-Suspiro.
-¿Cuándo
me vas a contar lo que te pasa?
-No lo sé,
es muy pronto para que lo sepas…
-Tranquila,
esperaré el tiempo que haga falta, no quiero agobiarte.
Sonrío.
-Gracias
por estos días, te has convertido en una buena amiga.
-¿En
serio?
-Sí.
Sonríe y
me abraza.
-¿Y por
qué llevabas dos días sin querer salir y de repente acabas de llegar a casa?
-Es
complicado…
-¿Byron y
Eder?
Asiento y
termino confesando lo que ha sucedido y mi extraño comportamiento.
-¡Te lo
dije! Te gusta mi hermano, aunque intentes negarlo.
-Puede…
-Pero lo
mejor es hablarlo con él, no evitarlo ni acostarte con más hombres para
intentar negarlo.
-Es que
Aria, no puedo… De verdad que no debo ni puedo sentir nada por nadie.
-¿Por qué?
¿Por miedo a qué te rompan el corazón? Los sentimientos son inevitables, pero
hay que ser valientes de vez en cuando.
-No, lo
siento pero no pienso dejar que esto siga así, quizá lo mejor es que…
-¿Qué?
-Deje el
trabajo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario