Capítulo XIX
El sonido
de alguien golpeando mi puerta me despierta.
-Voy.-Digo
sin muchas ganas.
La puerta
sigue sonando.
-¡Ariel,
despierta!-Dice una vocecilla.
Resoplo,
me estiro y me levanto de la cama.
-Buenos
días Rose.-Medio sonrío.
-¡Buenos
días Ariel!-Dice súper emocionada.- ¡Vamos, vístete y ven a desayunar o
llegaremos tarde!
-¿Tarde?
¿A dónde?
-¡A la
feria!-Contesta Lilith apareciendo por detrás de su hermana.
-¿La
feria?
Las dos
asienten y saltan de alegría antes de desaparecer.
-¿Quién
grita tanto?-Me pregunta Marvin.
-Tus
hermanas.-Resoplo.-Dicen que hay una feria y que me diese prisa.
-¿Feria?-Abre
los ojos como platos y saca una sonrisilla antes de volver a su cuarto.
<<
¿Por qué tanta emoción por la feria? Si todo da vueltas y vueltas y vueltas y
terminas mareada… >>
Me encojo
de hombros, cierro la puerta y me vuelvo a echar en la cama.
<<
Espera… Un momento… ¿Y Aria?>>
Miro por
toda la habitación pero no la veo, su cama está hecha y su móvil no está en la
mesita así que a lo mejor ya está abajo.
Alargo mi
brazo en busca de mi móvil y veo que tengo un mensaje suyo.
“Me he ido
con Caleb a dar una vuelta, es muy majo, tú deberías hablar con su hermano y
salimos los cuatro juntos, escríbele te paso su número”.
Niego con
la cabeza al leer su proposición.
<<
¡No voy a salir con el chulo de Eder… Aunque está bueno y para un polvo… Pero
no, seguro que luego se vuelve un pesado >>.
Resoplo y
contesto con un “Pásalo bien, pero no pienso salir con él”.
“Claro tú
prefieres a mi hermano, te tiene loquita… :P”-Contesta al segundo.
“Cállate,
eso es mentira”.
“Ya, ya”.
No
respondo más, me levanto y busco la ropa apropiada para llevar a la feria, cojo
mis cosas de aseo y voy a ducharme.
Media hora
después estamos listos, todos vamos excepto Aria, que como nos avisó se fue por
su cuenta con su nuevo amigo.
Vamos
andando pues está a 10 minutos de nuestra casa, y por el camino los pequeños se
pelean por ir dados de mi mano así que les agarro por turnos, mientras el resto
van junto a la novia de Eddy.
Cuando
llegamos decidimos dar primero una vuelta por el recinto para ver que
atracciones hay y poder ir eligiendo.
Cada uno
elige una atracción, y ahora me toca a mí elegir, están todos mirándome
esperando mi respuesta.
-Pues… la
verdad que… no sé, elegid alguno por mí.
-¿No
quieres montarte en algo en especial?
Niego con
la cabeza.
-¿No será
que te dan miedo?-Me dice Byron al oído.
-Claro que
no, solo que…
-Bueno, no
importa.-Dice Jessica.-Quizá en un rato te apetezca.
Asiento al
ver que me he librado.
Nos
dispersamos para subir en las atracciones, Ezra y Jessica quieren disfrutar de
sus hijos pequeños, Eddy y Thalía van por otra parte y Byron y yo nos quedamos
solos.
-¿Seguro
que no quieres montar conmigo?
-Segurísimo.
-¿Por qué
no?
-Porque no
me apetece, ya te lo he dicho.
-Venga,
por favor… hazlo por mí.
-No, no
pienso montarme en ese cacharro tan alto.
-¿Cacharro
tan alto? Ni siquiera sabes su nombre… ¿Te da miedo?
-No me da
miedo.
-Entonces
vamos.-Me agarra fuerte de la mano y me arrastra hasta la taquilla.
-Byron,
¡no me obligues!-Digo enfadada.
-Pues dime
el motivo.
-Es que…
Me mareo.-Termino confesando.
-¿Te
mareas? Si va despacio.
-Aún así…
La última vez que me monté en una atracción vomité al de al lado.
-¡Uggg,
qué asco!
-Ya…
-Pero aquí
no te vas a marear, confía en mí.
-Si lo
hago… tendrás que compensarme.
-¿Cómo?
-No sé,
déjame que lo piense.
-Pues
piénsalo mientras montamos porque ya va a empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario