lunes, 28 de octubre de 2019

UN AMOR INESPERADO (180º II) VI


Capítulo Seis

Por la tarde decidieron dar un paseo para conocer el pueblo y de vez en cuando pararon para hacerse fotos con las bonitas vistas que tenían, después de cenar decidieron salir al jardín y tumbarse en el césped para ver las estrellas.
Se quedaron hasta tarde comentando cosas sobre la astronomía hasta que Alba se quedó dormida en el pecho del chico.
Álvaro se levantó con cuidado de no despertarla, la cogió en brazos, la llevó a su habitación y la tumbó en la cama.
Tras una mirada enternecedora y un beso en la frente se fue a dormir a su cama.
A la mañana siguiente Álvaro se levantó pronto para ir a una tienda a por algo de desayunar, cuando llegó entró en la cocina y se puso manos a la obra.
Cuando el batido de fresa, las tortitas y los cruasanes estaban listos fue a despertar a la princesa.
-Buenos días preciosa.-Susurró en su oído, pero esta no se movió ni un milímetro.
Empezó a darle besos por toda la cara, excepto en los labios pues no quería que se enfadara, y poco a poco los ojos de la chica se fueron abriendo.
-Buenos días pequeña, ¡por fin despertaste!
-Bue…nos días.-Puso una cara extraña al darse cuenta de cómo la había despertado.
-Te he preparado un delicioso desayuno, ¿quiere acompañarme o se lo traigo a la cama, señorita?
-Voy, no quiero manchar la cama ni dejar migas…Solo dame un par de minutos en los que me visto.
El chico asintió y la esperó en la cocina.
Alba se levantó de la cama tras estirarse, abrió su maleta y buscó el conjunto que había pensado ponerse para ese día, se lavó la cara, se peinó, se puso las zapatillas de casa y fue en busca de Álvaro.
-Wow, no creo que pueda comer todo…
-Tranquila, ya sabes que yo soy muy tragón, seguro que no sobra nada.
Los dos rieron y comenzaron a desayunar.
La mañana pasó tranquila, estuvieron hablando un poco de todo hasta que se quedaron en silencio sin saber de que hablar.
Sin embargo, Álvaro recordó lo que unos días antes le propuso su ex para ese viaje.
-¿Qué tal si hacemos las preguntas que dijiste?
Alba asintió un poco insegura pero sonrió para esconder sus nervios.
-Empieza preguntando tú.
-Está bien…-Empezó a pensar.- ¿Has… estado hablando con alguna chica nueva durante estos últimos meses?
La sorpresa de Álvaro se notaba a mil leguas, ¿en serio creía que…?
-¡No! Aunque estuviésemos peleados no me he buscado a nadie más, no soy de esos…
-Ah.
Un silencio incómodo llegó, aunque no duró mucho pues Álvaro soltó aquella pregunta que rondaba desde hacía unos días.
-¿Quién es Miki?
-Mi primo.-Sonrió Alba.
-¿Cóo…mo?
-Sí, es mi primo, se fue hace unos cuantos años a estudiar periodismo en Granada, le contrataron después de las prácticas y desde entonces vivía allí.
-Yo pensé que…
-¿Era algún lío mío?
-No…Sí, no sé.
-Tranquilo Álvaro, el es mi primo, y no he estado hablando con ningún otro chico… salvo con mis amigos, pero ya los conoces.
El chico suspiró aliviado.
-¿Si decido darte otra oportunidad… vas a volver a comportarte como un idiota?
-¿Estás loca? Te he perdido una vez por serlo, ya te dije que no quiero volver a hacerte daño.
Parecía sincero, escuchar esas palabras tentaron a Alba de besarlo pero recordó lo que ella misma dijo el día anterior así que simplemente apartó la mirada.
-¿No me crees?-Preguntó confuso tras su reacción.
-Claro que sí, Álvaro…Pero...
-¿Pero qué?
-No…Nada, olvídalo.
-¿Qué te pasa Alba? ¿Por qué unos ratos estás receptiva y otros ratos te alejas?
-Es que…
-¿No confías en mí?
-Sí…Pero no lo suficiente.-Terminó admitiendo.
-Pues así no vamos a ninguna parte, creo que me lo estoy currando mucho para demostrarte que te amo y quiero volver contigo.
-Lo sé Álvaro, si no te digo que no, pero me es difícil olvidar como te comportaste…Y es normal que tenga ese miedo de que vuelvas a hacerlo, por mucho que confíe en ti.
-Pues si piensas así es que de verdad no quieres volver conmigo, te veo confusa y yo tampoco quiero perder el tiempo en demostrarte mi amor si al final me vas a mandar a tomar por culo.
-No he dicho eso.
-Pero lo piensas, Alba, no creo que termines aceptando volver conmigo.
-Estoy poniendo de mi parte también.
-Pues no mucho, porque cada vez que me acerco te terminas alejando, ni siquiera quieres que te bese.
-¿Crees que porque volvamos a besarnos voy a terminar aceptando? Me puedes conquistar de nuevo sin besarme, como lo hiciste una primera vez, pero veo que el que no quiere volver eres tú, simplemente vas a lo que vas.
-¿Qué? ¿Crees que voy a lo que voy? Si ni siquiera te he propuesto de hacerlo.
-Eso…Es verdad…Pero…
-¿Ves? ¡Estás confusa Alba! Y no quiero perder el tiempo, así que prefiero no intentarlo más y que cada uno siga con sus vidas.
Los ojos de Alba comenzaron a aguarse, quería llorar pero no delante de él, así que abandonó la cocina y se encerró en su cuarto.
Sin embargo esta vez Álvaro no la siguió ni intentó consolarla, la dejó ahí llorando sola, e incluso comenzó a preparar la maleta.
Tenía la decisión tomada y lo mejor era volver a su casa.


UN AMOR INESPERADO (180º II) V


Capítulo Cinco


Al enterarse de que Alba estaba pensando en darle una segunda oportunidad a Álvaro, todos sonrieron y contestaron lo mismo: ‘Se veía venir, estás tan enamorada que sabía que en cuanto volviera a intentar conquistarte tú ibas a caer’.
Y la chica se enfadaba porque todo el mundo pensara eso, parecía que no habían creído sus palabras antes de que hubieran quedado en varias ocasiones, pero con el tiempo se dio cuenta que ellos tenían razón, que de la noche a la mañana su pensamiento hacia él volvía a cambiar, pero era feliz y eso era lo que importaba.
Solamente quería recuperarlo y olvidarse de esos últimos meses de discusiones.

Terminó de preparar su pequeña maleta, se terminó de arreglar y tras despedirse de su madre salió rápidamente hacia el coche de Álvaro para comenzar su viaje a una casa rural.
Las cuatro horas en el coche no fueron eternas pues se entretenían cantando las canciones que el CD reproducía, recordando alguna historia graciosa o pensando lo bien que lo iban a pasar en aquel pueblecito.

La casa que habían alquilado por un fin de semana tenía solamente un piso, parecía pequeña pero nada más entrar se equivocaron.
¡Tenía 6 habitaciones y un jardín con piscina!
-¡Wow, me encanta!-Sonrió la chica.
-A mí también.-Le devolvió la sonrisa.- ¿Qué tal si llevamos las maletas al dormitorio, nos ponemos el bañador y vamos a la piscina?
-Me parece genial.
Pero Álvaro se entristeció al ver que no iban a dormir juntos, aunque pensó que era justo.
Alba decidió dormir en una habitación distinta a la de él, pues no quería que al ir deprisa metiera la pata, y aunque deseaba volver a dormir con él, sabía que era lo correcto.

-Venga, métete de una vez.-Gritó Álvaro en medio de la piscina.
-¡Es que está helada!
-Vamos, no seas quejica. ¡Cuánto menos lo pienses mejor!
Alba intentó meter un pie en el agua, pero en seguida lo sacó.
Entonces el chico se acercó hasta la orilla, salió y cogió a su ex como un saco de patatas antes de meterse otra vez en el agua.
Los gritos de Alba no tardaron en llegar, acompañados de patadas y puñetazos que no hacían nada de daño a Álvaro.
-¿Ves? No pasa nada.-Sonrió soltándola ya en el agua.
-¡Está…Helada!
-Te acostumbras al rato, muévete y entrarás en calor.
Resopló e hizo caso a su compañero de viaje sintiéndose cada vez mejor.
Echaron alguna que otra carrera, jugaron a salpicarse e incluso jugaron a ser sirenas.
-Ahora tú eres una sirena y yo soy un tiburón que te quiere comer.
La chica se sonrojó al pensar en un doble sentido, pero rió y aceptó el juego.
Comenzó a bucear, perseguida por el malvado tiburón que no tardó mucho en alcanzarla.
Los dos sacaron sus cabezas para poder respirar y se quedaron en silencio mirándose a los ojos, cada vez estaban más cerca, ambos felices y con ganas de besarse.
No tardaron mucho más en que sus labios se juntaran, y como si hubieran estado años sin hacerlo, se besaron.
Alba en seguida notó como el chico se había excitado, y a pesar de que ella también tenía ganas se separó, salió del agua y corrió hacia el interior de la casa.
Álvaro la siguió y llamó a la puerta sin parar de repetir su nombre, pero ella no le hacía caso.
-Por favor.
La puerta seguía sin abrirse, sin decir nada más se sentó contra la puerta a esperar a que saliera en algún momento.
(***)
Después de una hora la chica decidió salir de su cuarto y se llevó una gran sorpresa cuando se encontró a Álvaro dormido en su puerta.
Eso la enterneció tanto que no quiso despertarlo, pero también quería pedirle disculpas por su reacción así que se agachó y le hizo cosquillas en la nariz con su pelo.
-¡Aaah!-Se asustó el chico.
-Perdón.-Rió la chica.-Pero quería hablar contigo.
-No pasa nada.-Sonrió al ver el humor de Alba.
Los dos entraron en la habitación de ella, se sentaron en la cama y el chico esperó a que comenzara a hablar.
-Lo siento por huir antes así y no… haberte abierto hasta ahora, pero estoy… muy asustada.-Confesó.-Porque… te amo… y quiero arreglarlo pero también… quiero ir despacio para que no salga nada mal, no quiero perder el tiempo sufriendo.
-Alba, te amo y lo menos que quiero es hacerte sufrir, sé que ya lo he hecho y por eso quiero corregir mi actitud, quiero que me des una oportunidad para demostrarte que te quiero en mi vida y que no te volveré a hacer daño, al menos no a propósito.
-Ambos queríamos besarnos, pero creo que lo mejor es no… hacerlo, hasta que de verdad vea que las cosas funcionan.
-Me…Parece bien.
Los dos sonrieron y se abrazaron.
-Gracias por comprenderlo.
-No me las des, solo quiero que te sientas cómoda y si me tengo que esperar más tiempo lo haré, por ti esperaré lo que haga falta.
Una sonrisa como respuesta.
-¿Vamos a comer? ¡Tengo hambre!
-Sí, vamos.

UN AMOR INESPERADO (180º II) IV


Capítulo Cuatro

Al día siguiente Álvaro fue a casa de Alba sin avisar, llamó a la puerta y se encontró con Soraya, quien le negaba su entrada.
Sin embargo no desistió, sino que insistía en que tenía que pasar, o al menos que avisara a la chica de que le estaba esperando.
Soraya al ver que no se iba decidió llamar a su hija.
-¿Qué haces aquí?-Preguntó nada más ver a su ex.
-He venido a buscarte para irnos a desayunar juntos.
-Pero…
-Por favor, quiero demostrarte que merezco una segunda oportunidad.
Alba suspiró.
-Dame diez minutos.
(***)
Nada más entrar en la casa del chico, la sevillana recibió un aroma a chocolate.
-¿Has hecho mi desayuno favorito?
-Sí.-Sonrió Álvaro.
-¡Gracias!-Le devolvió la sonrisa.
Cuando entraron en el comedor Álvaro separó una de las sillas de la mesa para que se sentara la chica.
-Señorita.
-Gracias.
-Nuestro mejor chef ha preparado un delicioso chocolate con churros para la más bella dama, es decir, usted.
Alba se ruborizó al escucharle hablar así, pues le recordó una de sus primeras citas.
El chef volvió con una bandeja y lo posó en la mesa repartiendo una taza a cada uno.
El desayuno pensaban que iba a ser algo incómodo, pero al contrario, se pasaron el rato recordando aquella cita fantástica en la que jugaron con el chocolate y los churros y después se dieron una ducha que duró algo más de la cuenta. (Ya sabéis a lo que me refiero).
Tras echarse unas cuantas risas se quedaron en silencio mirándose a los ojos.
Álvaro quería besarla, pero sabía que si lo intentaba lo iba a estropear así que empezó a hacerle cosquillas empezando así una guerra que sabía que terminaría en golpes de almohadas.
-¡Vale, ya, paremos o… mañana tendremos agujetas!-Se intentaba tranquilizar la chica.
-Mejor que sean por reír que por algo malo.
-Aunque las hay aún mejores…-Pensó en alto.-Ups…-Se ruborizó.
Se quedaron en silencio durante unos minutos hasta que el chico decidió cambiar de tema.
-¿Te gustaría… quedarte a comer también?
-Creo… que ya es demasiado por hoy, poco a poco.
-Vale, pues… Te acompaño a tu casa entonces.
Alba asintió y tras recoger las cosas fueron a por el coche.
(***)
Cada día Álvaro le volvió a dar los buenos días y las buenas noches, aunque no hablasen mucho o a veces nada, pero él le recordaba lo mucho que la amaba y extrañaba.
La siguiente “cita” fue volver al lugar no tan secreto de Lucas, donde le pidió salir.
Había preparado un picnic y decoró el lugar con globos que debía ir explotando para averiguar las frases que había guardado en su interior.
Las juntó y comenzó a leerlas todas juntas descubriendo el mensaje secreto.
He sido un completo idiota por estropear nuestra relación, no te merezco pero te amo y no pienso rendirme a la primera de cambio, y sé que tú sigues amándome como el primer día y que deseas volver al pasado para que las cosas sucedieran de otra forma. Tuve celos de tu mejor amiga porque pasabas más tiempo con ella que conmigo, estaba ciego de rabia y no comprendía que ella te necesitaba más que nunca, lo siento muchísimo no solo por eso, sino por mi comportamiento, por haberte perdido, me arrepiento muchísimo y sé que no puedo enmendar mi error con unas solas palabras, o con unos pequeños gestos, por eso me voy a esforzar en demostrarte que a pesar de ser un imbécil necesito de tu perdón.
Atentamente Álvaro un tonto enamorado de la mejor mujer, la mujer de mi vida.
Te amo.
Lágrimas empezaron a salir de los ojos de la chica, sabía que era realmente sincero y lo que deseaba ahora mismo era lanzarse a sus labios, olvidarse de lo malo y darle la oportunidad, pero también sabía que ese era un terrible error, que aún debía demostrar mucho más.
En ese momento comprendió que él no tenía toda la culpa y que ella debería poner de su parte, así que lo abrazó mientras pensaba algo para hacer.
-Yo también lo siento, no solo tú tienes la culpa de todo esto, no hemos sabido actuar y no digo que te vaya a dar otra oportunidad así como así, pero te amo y quiero que lo nuestro funcione, debo dar también mi brazo a torcer y por eso quiero que hagamos un viaje los dos, a donde sea, completamente solos, apaguemos nuestros móviles y disfrutemos del momento.
-¿En serio? ¡Me encantaría!-Los ojos del chico mostraban esperanza, pensaba que la había perdido del todo, pero ahí estaba entre sus brazos y eso podía significar algo bueno.
-Quiero que nos sinceremos los dos en ese viaje, hazme todas las preguntas y yo te responderé y viceversa.
-Me parece una brillante idea.
Los dos sonrieron y permanecieron un rato más así, abrazados, en silencio y felices por querer luchar por su amor.

UN AMOR INESPERADO (180º II) III


Capítulo Tres


-¡Hola mi amor!-Se acercó Álvaro a Alba, quien estaba acompañada de Miki.
-¿Álvaro qué haces? No me llames mi amor, tú y yo hemos roto.
-¡Qué graciosa eres, cielo!-Dijo rodeándola con sus brazos.-Por cierto, soy Álvaro, su novio.-Le ofreció la mano al otro chico.
Miki por no ser maleducado le estrechó la mano, pero lo acompañó con una mirada asesina.
Alba se separó de su ex e imitó a su compañero.
-¿Me puedes explicar por qué actúas así?
-¿Así como? Eres mi novia.
-No, lo dejamos hace una semana, ¿o no te acuerdas de lo gilipoll** que has sido últimamente?
-¿Yo? No sé de qué me hablas.
-¡Cojonu**!-Alba dejó de mirarlo y se dirigió a Miki.-Vayamos a casa, por favor.
Dieron media vuelta pero Álvaro agarró el brazo de su ex.
-¡Suéltala!
-No la voy a soltar hasta que no hable con ella a solas.
-¡Qué me sueltes!-Gritó enfurecida la sevillana.
-¿No la has oído? No quiere hablar contigo.-La cara de Miki comenzó a enrojecer de furia.
-¡Tú no eres quien para decirme lo que tengo que hacer o no!
-¡Me estás haciendo daño, imbécil!
En ese momento pasaron unos cuantos curiosos que miraban pero no actuaban.
-¡Dejad de cotillear!-Gritó Álvaro.
-Y tú deja de agarrar a Alba.
-Y tú deja que hable por ella sola.
-¿Si Miki nos deja a solas me soltarás?
-Sí.
-De acuerdo…
Miki inseguro los dejó a solas aunque no se fue muy lejos.
Alba se frotó el brazo para intentar calmar el dolor.
-¿Qué quieres?
-¿Quién es ese?
-¿Te importa?
-Sí mucho.
-Tú y yo ya no somos nada, así que perdona pero no es de tu incumbencia.
-Ah, claro… Me has dejado por él, ¿verdad? Como has visto que Lucas no era suficiente te has buscado otro.
-¿QUIERES DEJAR DE SER TAN IDIOTA?
-¿Y TÚ QUIERES EXPLICARME QUE PASA?
- Eso he intentado, pero a nada que hablo empiezas con tus paranoias.
-¿Paranoias? ¡Casi no te he visto en dos meses y siempre has evitado tener sexo conmigo!
-¿Por qué crees que era? ¡Mi mejor amiga va antes que nadie, lo siento si te molesta, pero seguro que si hubiera pasado al revés me entenderías!
-Y cuando nos veíamos me evitabas, ¿cuál es tu excusa?
-¿Excusa? ¿De verdad piensas que me inventaba cosas para no estar contigo? ¡Me moría de ganas por pasar tiempo contigo! Pero siempre estabas discutiendo conmigo y por eso dejé de querer verte, porque prefiero estar en mi casa entretenida a estar mal contigo.
-¿Entretenerte con mi mejor amigo por ejemplo?
-¿NO TE OYES? ¡Reacciona Álvaro, por favor!
-Pues dime la verdad de una vez por todas.
-¡Si lo hago!
-¿Piensas que Lucas y yo te íbamos a traicionar de tal forma? ¡No! Nos importas muchísimo, pero eres tan egoísta que no te has parado a pensar en la situación de Naira.
-Claro que sí, pero…
-No lo has hecho, y si lo has hecho los celos y el orgullo te impedían aceptarlo, sabes que tengo razón.
Silencio como respuesta.
-Álvaro has sido mi primer novio y te he amado como nunca lo he hecho antes, ¿crees que te dejaría escapar así sin más? Si decidí cortar contigo fue porque has cambiado, no veía a ese chico del que me enamoré, sino a un gilipoll** egoísta.
-Lo…Lo siento por…ponerme…así.
-Ya es tarde, Álvaro, lo siento pero… me perdiste.
-Alba por favor, dame otra oportunidad, sé que la he cagado y tú siempre has tenido la razón, pero… no sé que me pasaba y…
-¿Quieres otra oportunidad? Gánatela, has perdido mi confianza y eso no es fácil de recuperar.
-Está bien, haré lo que sea para que me perdones.
-¿Algo más?
-De momento…no.
-Bien, me voy entonces con Miki.
-¿Quién es para ti?
Una mirada asesina bastó para callar a Álvaro, quien se quedó solo tras la marcha de su amada.

Al reunirse de nuevo la chica con Miki le dio un fuerte abrazo, era lo único que necesitaba, estar con él y reírse de sus chistes.
-Tranquila, todo irá bien.
Pero sabía que no iba a estar todo bien hasta después de una temporada larga.
Sí, le dijo que se ganara la oportunidad pero no confiaba ya en él y sabía que no lo iba a conseguir o si lo haría tardaría un montón de tiempo.


UN AMOR INESPERADO (180º II) II


Capítulo Dos


Soraya llamó a la puerta de Alba.
-Tienes visita.
-Pues dile que se vaya, mamá, no quiero ver a nadie.
-¿Vas a hacer que se vuelva a casa y pasen otros diez años sin verlo?
Esa respuesta le dio curiosidad a la chica, ¿quién sería? ¿Diez años sin verlo? ¡Oh, no, no se podía creer que volviera a verlo!
-¡Dile que pase!-Sonrió después de una semana de lloros.

En seguida un chico alto, moreno, con ojos oscuros y barba apareció con una gran sonrisa.
-¡Mi querida Alba!
-¡Mikiiiiii!-Se levantó a abrazarlo.- ¡Cuánto te he extrañado!
-Y yo a ti, pequeña.-Le devolvió el abrazo más fuerte aún.
Se quedaron en silencio disfrutando de ese momento durante un par de minutos más.
-¿Qué haces aquí después de tanto tiempo?
-¿No puedo venir a ver a mi Albita?
-¡No empieces a llamarme así!
-¿O si no qué?
-Te daré una patada en todos los huevos, y sabes que soy capaz.
-Vale, vale.-Rió.-Sí, la última vez casi me dejas estéril.
-Ahora dime la verdad, ¿a qué has venido?
-El otro día te llamé al teléfono fijo, contestó tu madre y no quisiste hablar conmigo.
-¿QUÉ? ¿ERAS TÚ? Ay no… ¡Lo siento muchísimo, cielo!
-No te preocupes.-Sonrió.-Ahora estoy aquí y estamos hablando.
-¡Eres genial!
-Tenía pensado venir antes pero por temas de trabajo no pude… Soraya me dijo que llevabas unos días sin salir de casa y sin hacer mucho, así que decidí venir lo antes posible y asegurarme de que estabas bien.
-Lo que te dijo mi madre es verdad, llevo una semana en la que solo me muevo de la cama para ir al baño.
-¿Y eso a qué se debe?
-He…roto con mi novio.
-¿Por qué? ¿Qué ha hecho ese capu***?
-Últimamente culpaba a mi mejor amiga de nuestros problemas, siempre estábamos discutiendo porque estaba más con ella, pero es que me necesitaba.
-¿Y eso?
-Naira se vino a vivir a Córdoba, lejos de su familia, y al principio iba todo bien, pero desde que nació mi pequeña sobrinita… las cosas se empezaron a torcer, ella solo nos tenía a Lucas, el mejor amigo de mi novio, bueno… ex, y a mí, así que pasábamos más tiempo con ella.
-A ver… Entiendo que tuvierais que pasar más tiempo con ella, y que él se sintiera mal porque a penas os veía, pero de ahí a que cortéis…
-¿Ahora estás de su parte? ¡Genial!
-Alba no te enfades conmigo, por lo que me estás diciendo él tiene razón, aunque debería haberlo hablado contigo y no estar discutiéndolo.
-Es que es esa, él parece no comprenderlo, y aún así sacaba tiempo para él pero… parecía que era insuficiente, aunque para mí lo era porque siempre que nos veíamos empezaba a comportarse como un idiota. Además el otro día me encontré con Lucas, me estuvo calmando, nos vio y nos preguntó si estábamos liados. Y fue ahí cuando exploté y le dije que se había terminado lo nuestro.
-Ahora entiendo tu parte también…Pero deberíais hablarlo detenidamente y buscar una solución, seguro que podéis resolverlo.
-No, Miki, estoy harta.
-¿Estás harta de él o de discutir siempre?
Se quedó en silencio.
-Reflexiona lo que te acabo de preguntar, si es la primera opción entonces has elegido el camino correcto, pero si es por lo otro… La base principal de una relación es la comunicación, y si siempre la ha habido pero ahora no… quizá es que hay algo que falla pero tiene solución. Si aún lo quieres deberías luchar por él, por vuestro amor.
-Gracias.-Medio sonrió.-Y ahora cambiemos de tema… ¿Tú qué tal todo por Granada? ¿Mucho trabajo?
-Pues sí, el periodismo es algo muy ajetreado, pero me encanta…
-Me alegro muchísimo, y… ¿De amores qué tal vas?
-Pues con el trabajo no tengo tiempo para ocuparme de eso, fíjate que mis únicos amigos son mis compañeros de la empresa…
-Uff… ¿Y no te gustaría encontrar pareja?
-La verdad que sí, extraño poder tener a alguien cuando esté mal, o apoyarla cuando ella lo esté, tener con quien dormir, despertar y sonreír por tener la suerte de tener a esa persona…
-¡Qué romántico has sido siempre! ¿Qué tal si salimos tú y yo?-Rió Alba.
-Me parece una buena idea, eres un buen partido, pero… ya sabes que no podemos.
-Ya, Miki, qué pena…
Los dos pasaron la tarde riendo, recordando viejos tiempos como sus viejos amigos, sus primeros besos, sus fiestas, sus excursiones, etc.
Miki se iba a ir a su antigua casa a cenar, pero Soraya le insistió en que se quedara con ellas.
-¡Estaba riquísima la cena, Soraya! Muchas gracias.
-A ti, bombón.-Le guiñó el ojo.
-¡Mamá!-Se rió su hija.
Después de recoger todo el chico decidió que era ya tarde y tenía que ir a descansar, así que se despidió de Alba y Soraya y se fue.
-¿Qué pasa, mamá? ¿Por qué me miras así?
-Porque extrañaba verte así, ven anda.-Abrió sus brazos para darle un buen achuchón.
-¿Así cómo?
-Feliz.
-No lo estoy mamá…
-Pues la vuelta de Miki parece que ha hecho que lo estés.
-Es que lo echaba mucho de menos… Siempre ha sido importante para mí.
-Y siempre lo será, quizá que esté aquí puede conseguir distraerte de…
-Sí…Pero aún así no puedo evitar pensar en Álvaro…
-Tranquila mi niña, todo saldrá bien.
Y tras un beso de buenas noches la chica se fue directa a su cama a intentar dormir.


UN AMOR INESPERADO (180º II) I


Capítulo Uno


Alba salió a dar un paseo para intentar serenarse.
Últimamente su relación se basaba en discutir una y otra vez, y todo el rato por lo mismo: Álvaro tenía celos de Naira y no entendía por qué, ella era su mejor amiga y la necesitaba en esos momentos. ¿Es qué no podía dejar de ser un poco egoísta y comprenderlo? Incluso ahora que ella estaba lejos seguía echándole la culpa a ella.
Sin embargo Alba pensaba que ella no tenía la culpa de nada, era normal que necesitara estar más a su lado pues estaba viviendo lejos de su familia, solo podía contar con Lucas y con ella.
¡Quizá era eso! A él le fastidiaba que pasaran más tiempo los dos con Naira que con él.
Pero la actitud que tuvo esa tarde le molestó un montón y sabía que tardaría en reconciliarse con él.
Eso le ponía triste, pero… ¡Él se lo había buscado!
Su paseo empezó algo mal, sus pensamientos no le dejaban despejarse pero a medida que iba dando más pasos mejor se sentía.
Sin embargo, sin darse cuenta llegó al parque donde vino con Naira y conocieron a los chicos.
Dio media vuelta para irse antes de que su novio la viera, pero entonces alguien gritó su nombre.
¡Era Lucas!
-Hola Alba.
-Hola Lucas.
-¿Qué tal?
-Bueno… he tenido días mejores.
-¿Álvaro?
-Sí…
-Últimamente está siempre a la defensiva, ¿no?
-Sí…Piensa que le estoy dejando de lado.
-¿Por Naira?
-Eso parece…
-Ella no tiene la culpa de nada, ¿lo sabes no?
-Claro que lo sé, y es lo que le intento explicar, ¡pero no hay manera de que lo comprenda!
-Ya…-Se quedó en silencio durante un rato.- ¿Sabes algo de ella?
-Lo único que sé es lo que me dejó escrito en la carta…
-A mí también me ha escrito una, pero tampoco explica mucho…
-No va a volver, ¿verdad?-Lo miró triste.
-Quien sabe… Pero ojalá vuelva, ahora que me había acostumbrado a verla cuando quisiera…
-Eso pienso yo…Pero no creo que lo haga, al menos de momento… Allí tiene a su familia.
-¿Y si vamos nosotros allí?
-¿A vivir?
-Sí, aunque sea por un tiempo, en lo que puede empezar a trabajar, ahorrar un poco y volver con nosotros.
-No sé si Álvaro estaría por la labor…, tú podrías hacerlo pues no tienes ningún impedimento, pero yo…
-Podemos intentar convencerlo entre los dos.
-Me encantaría Lucas, pero no creo que lo consigamos… Y menos como se está comportando… ¡Si no para de culparla a ella de nuestros problemas! Tendrías que haber visto como se puso cuando te colgó…
-¿Tan cabreado está?
La chica asintió con la cabeza, la agachó e intentó contener sus lágrimas pero no aguantó más.
¡Necesitaba desahogarse con alguien!
-Ey, tranquila… Se le pasará, ya verás.-Dijo el chico abrazando a su “cuñada”.
Poco después Álvaro pasó por allí encontrando a su novia llorando en los brazos de su mejor amigo.
-¡Lo qué faltaba!-Dijo dándose media vuelta.
-¡Álvaro espera!-Le gritó Lucas.
-¿Para qué? ¿Para ver como os enrolláis delante de mí? ¡No gracias!
-¿Tú eres gilipollas? ¿En serio piensas que estamos liados?
-Pues sí, seré un gilipollas pero por no haberme dado cuenta antes.
-¿De qué?-Preguntó esta vez Alba.-MIRA ESTOY HARTA DE QUE ACTÚES ASÍ, NO SÉ QUE BICHO TE HA PICADO PERO NO AGUANTO MÁS, ¡HEMOS TERMINADO!-Dijo conteniendo las lágrimas antes de desaparecer.
Y como era de esperar…Él no fue detrás de ella, ni mucho menos.
-¡TOMA QUÉDATELA TODA PARA TI!-Gritó a su mejor amigo antes de desaparecer él también.

(***)

-¿Qué ha dicho qué?-Dijo cabreada Naira desde la pantalla.
-Eso.
Lo único que Alba decía eran monosílabos, excepto cuando le contó toda la historia.
-Lo siento mucho, de verdad… Es mi culpa… Si no hubieras pasado tanto tiempo conmigo quizá tu relación seguiría estando a salvo…Aunque sé que volverá con el rabo entre las piernas.
-Aunque lo haga la decisión está tomada, no pienso aguantar ni una pelea más.
-Pues ve a ver a mi viejo amigo Aitor y lígatelo.
-No, no me hables de chicos más.
-Era broma, pero… ¿qué será de él? No volví a pisar por allí desde que fuimos aquella vez y… quizá debería haberlo hecho.
-¿Te acuerdas lo que me respondías cada vez que te comentaba de ir?
-Sí, que no quería hacerle sentir mal ni que pensara que era mi segundo plato.
-Pues eso, yo te dije que te ibas a arrepentir…
-Da igual, ya estoy en Palencia, no lo volveré a ver…
-Eso quiere decir que…
-¿Qué? ¡Claro que no! Pienso ir a veros a ti y a Lucas siempre que pueda, pero…
-¿Pero?
-Nada, no hablemos de ese tema, bastante tienes ya…
-Peor no puedo estar…
-Mira Alba, os conozco a los dos y sé que terminaréis arrepentidos, echaréis un pinchito y os olvidaréis de los problemas como siempre. Además ya estoy lejos, podéis recuperar el tiempo perdido. ¿Qué tal si le preparas un fin de semana romántico o algo? Seguro que tiene solución.
-Claro que no, él va a seguir así siempre aunque estés lejos… No es el mismo, lo noto…
-Jo… ¡Ojalá pudiera abrazarte ahora!
-¡Ojalá!-Resopló Alba.-Bueno, voy a irme a cenar ya… Luego hablamos.
-Vale amor, no olvides que te quiero mucho. Irá todo bien.-Y lanzó un beso a la cámara antes de colgar.

UN AMOR INESPERADO (180º II) S. I.


Sinopsis


La vida de Alba parece un cuento de hadas, conoció a Naira, su mejor amiga y durante las vacaciones de la palentina en Sevilla empezó a hablar con Álvaro quien se convirtió en su queridísimo novio al que amaba con locura.
Sin embargo, tras la ruptura de Naira con el cordobés Erick y el nacimiento de la pequeña Irina, las cosas se empezaron a complicar para ambas.
Pero… ¿Hasta qué punto?

Introducción


Hola mejor amiga, quería pedirte disculpas por no avisarte con antelación, pero ha sido algo repentino a pesar de que llevaba tiempo pensándolo.
Me he vuelto a mi ciudad, gracias por estar siempre a mi lado y por haberme ayudado con Irina y con todo, pero estar lejos de mi familia me tiene un poco estresada a pesar de que os tengo a ti y a Lucas.
Esto tenía más sentido cuando estaba Erick pues de los gastos mayores  se encargaba él, y no quiero depender económicamente de vosotros y mucho menos cuando no estoy yo sola, sino que mi bebé necesita muchos más cuidados.
Volveré a vivir con mis padres hasta que pueda encontrar un buen trabajo, y entonces decidiré si podré volver a Córdoba, quedarme en Palencia o viajar a otro lugar.
Lo siento mucho de verdad, espero que me comprendas.
Además si estás discutiendo con Álvaro últimamente es por mi culpa y no quiero que lo pierdas por eso, no digo que vaya a dejar de ser tu amiga, al contrario seguiré aquí pero a través de una pantalla hasta que una de las dos pueda permitirse viajar.
Gracias de verdad por todo lo que has hecho por mí.
Te echaré de menos.
Pd: Te quiero.

Con lágrimas en los ojos Alba guardó la carta que le había dejado su mejor amiga pocas horas antes, y sin duda cogió el móvil para llamar a su novio.

-Hola mi amor, ¿qué pasa?
-Se…ha…ido.-Dijo sin dejar de llorar.
-¿Quién se ha ido?
-Naira, a su ciudad…
-¿Por qué?
-Ven, porfa…
-Claro, en cinco minutos estoy allí.

Dicho y hecho.
Alba abrió la puerta y no tardó ni un segundo en abrazar a su novio.
-Sh…Tranquila.-Le acarició el pelo.
-Gra…gracias por…venir.-Intentó calmarse.-Entra.
En su habitación la chica le explicó lo que le había puesto en la carta, excepto lo de que se sentía culpable por los problemas de la pareja.
-Tranquila, volverá en un tiempo.
-No, Álvaro, la conozco muy bien y sé que tardará mucho tiempo en querer marcharse de su ciudad… Está sola con una niña y… no tiene un padre que las cuide.
-Pero aprenderá a vivir con ello, es muy fuerte y sé que con el tiempo se acostumbrará y no se agobiará tanto.
-¿Sabes cuánto tardó en superar a Noah? Aunque en el fondo sé que no lo olvidará nunca…
-Pero es diferente, con Erick a penas estuvo unos meses saliendo y además desde el principio estaban discutiendo, se veía venir…
-¿Y qué? Sintió mucho por él…
-Yo no la conozco tanto como tú, pero seguro que no tardará en superarlo, tan solo un par de meses.
-Ya han pasado dos meses…
Álvaro suspiró, ya no sabía que decir para consolar a su novia.
Él perfectamente sabía cuanto había pasado desde eso, pues también eran dos meses en los que parecía que su relación con Alba estaba empeorando por momentos.
Cada dos por tres estaban discutiendo, sin embargo, la marcha de Naira podría ser una buena oportunidad para recuperar el tiempo perdido…
Muchos planes empezaron a surgir en su mente.
-Necesito…-Empezó Alba a besuquear a su novio.-Des…-Otro beso.-pe…-Y otro.-jarme…-Lo besó esta vez en la boca, buscando desesperada su lengua.
El chico no tardó en ofrecerle un beso salvaje mientras buscaba con las manos sus pechos.
Él también estaba desesperado.
¡Por fin iba a volver a disfrutar sin interrupciones de los ratos de intimidad con su chica!
O eso pensaba.
Justo en ese momento el móvil de Álvaro sonó.
Sin embargo hizo caso omiso, recibiendo más insistencia por quien lo llamaba.
-Contesta anda.-Dijo Alba sin dejar de besarlo en el cuello.
-No, luego llamaré a quien quiera que sea.
-¿Y si es una urgencia?
-Esto sí es una urgencia.-Se puso encima de ella besándola con ganas bajando una de sus manos a su pantalón.
El móvil siguió sonando.
-¡Qué pesadilla!-Gritó furioso cogiendo su móvil.- ¿QUÉ PASA?
-Ey, tío, cálmate.-Dijo Lucas por la otra línea.
-NO QUIERO CALMARME, ESTABA A PUNTO DE FO**** CON ALBA Y NO HAS PARADO DE LLAMARME.
-Lo siento tío, pero no te pongas así.
-ADIÓS.-Y colgó.
Alba miró furiosa a su novio.
-¿Por qué le has colgado? ¿Y si era algo importante?
-¿Sobre qué? ¿Sobre tu queridísima amiga? PUES LO SIENTO POR QUERER DISFRUTAR DE MI NOVIA DESPUÉS DE CASI DOS MESES A DOS VELAS.
-¡ERES UN IMBÉCIL! ¡FUERA DE MI CASA!-Señaló la puerta.
-Ah, genial… ¡Ahora te enfadas tú!-Empezó a aplaudir cogiendo sus cosas antes de marcharse.


lunes, 21 de octubre de 2019

POLOS OPUESTOS EP.


Epílogo

-¡Ariel mírame por favor!-Su mano no tarda en sujetar mi brazo para impedir que me vaya.
Me niego a mirarlo, pero tras su insistencia mis ojos terminan mirando a los suyos.
-¿Me puedes explicar por qué me lo ocultaste?
-¡A ti que más te da! No teníamos nada, estaba soltera y te recuerdo que lo sigo estando.
-Pero porque tú no tienes la suficiente valentía de aceptarme como novio, no quieres presiones ni estar pendiente de nadie.
-Me gusta ser libre, ¿algún problema?
-¡Sí!
-¿Cuál?-Lo miro desafiante.
-¡Que quiero que seas mía!
-¡No soy ningún objeto para pertenecerte!
-No… No quería decir eso.-Su voz es más calmada.-Quiero decir que…
-Byron, ya está, te lo he dicho miles de veces… No estoy preparada, lo mejor es que nos alejemos, que esto que tenemos se termine y cada uno siga con su vida…
-¿Y cómo quieres que siga mi vida sin ti, sin tus besos, sin tus ojos, sin tus caricias?
-Simplemente hazlo, yo… dejaré el trabajo y me mudaré lejos, es lo que necesito para ser feliz.
-¿A caso no eres feliz conmigo?
Bajo la mirada.
-No.
-No, Ariel, mírame a los ojos y dímelo, solo entonces te dejaré… marchar…
Subo mi mirada y repito el monosílabo.
-¿No qué?
-Que no soy feliz contigo.-Trago saliva.
-¡Te arrepentirás! Sé que eres feliz conmigo pero tu orgullo y miedo no te deja.
-Lo siento…-Me di media vuelta alejándome de él.
Sé que era lo mejor para mí y para él, necesitaba dejar de hacerle daño a lo bobo pues no estaba preparada para una relación, siempre lo he pensado y siempre lo pensaré.

POLOS OPUESTOS XXIV


Capítulo XXIV
Tras un largo viaje llego a mi casa donde mi tía, Dave y Taylor me dan una calurosa bienvenida.
Sin embargo, me tengo que disculpar con ellos e ir a llorar a mi habitación.
-¿Qué pasó?-Pregunta mi mejor amiga tras cerrar la puerta.
-Larga historia.
Y ella sabe lo que significa, que necesito estar sola y descansar, al día siguiente se lo contaría todo a mis tres y únicos seres queridos.
Y así he hecho, tras contarles como fueron mis vacaciones, los sentimientos que estaban aflorando en mí y mi aventura con Eder, recibo las mismas palabras una y otra vez.
-No te puedes rendir y mucho menos por un chico. Sé que te asusta, que es algo nuevo para ti y que tras nuestro historial familiar… Pero eres joven, debes disfrutar y ser feliz, la mejor opción es que le confieses todo y darle una oportunidad, o luego te arrepentirás.
-No pienso hacerlo tía, llámame cobarde pero no puedo hacerlo.
-Ariel, ¿de verdad vas a dejar escapar al chico que te ha hecho mejor persona? Aunque no te des cuenta desde que lo conociste te has convertido en una gran chica, antes ya lo eras pero solo conmigo y con Taylor, sin embargo ahora conoces a más gente, eres menos borde y sonríes más a menudo.
>>Los hombres nunca han sido mi fuerte, y los de tu madre tampoco, pero fíjate en tu abuela, era feliz y vivió con tu abuelo hasta el último día. ¿Quién te dice a ti que no puedas tener una oportunidad de ser feliz con Byron?
-Me voy a la cama, estoy cansada.-Es mi única respuesta.
Y a pesar de lo cansada que estaba esa noche fue larga, no dejaba de dar vueltas a lo que Kim me había dicho.
Pero siempre volvía a lo mismo: ‘No quiero saber nada del amor y punto’.
---------------------------------------------------------
Los días, las semanas y los meses pasaban y pasaban.
Mi amistad con Aria fue creciendo, pero mi relación con Byron se iba perdiendo, sabía que esa era la mejor opción, no iba a sufrir de esa manera, y si me ponía algo triste quedaba con un tío de Badoo, teníamos sexo y adiós muy buenas.
Dave se convirtió en un pilar fundamental para mí pues a pesar de que negaba mis penas, él me consolaba, abrazaba y hacía reír, junto a Taylor, aunque desde que salía con Trevor pasaba menos tiempo conmigo.
Mi tía Kim estaba en contra de mi decisión, pero lo aceptaba pues al fin y al cabo era mi vida y no la suya.
Mi trabajo en la casa de los Cooper seguía ahí, cuidaba a los pequeños y no me encontraba a ninguno de los mayores, salvo a Aria en ciertas ocasiones.
Sin embargo, un día mientras estaba preparando la comida entró Byron a la cocina, y no huyó, e incluso me saludó.
-¿Qué tal te va todo?
-Muy bien.-Digo sin dejar de pelar las patatas.
-Me alegro.
Nos quedamos en silencio.
-Ariel, no soporto estar así contigo. ¿Por qué huyes de mí? ¿Por qué ignoras mis mensajes? Decidí darte tu tiempo para… lo que fuera que estuvieras haciendo, pero no dejo de pensar ni un minuto en ti.
Suspiro y me doy la vuelta.
-Es que…
-Necesito que salgas a cenar esta noche conmigo, hablemos las cosas, hazme ese único favor.
-¿Si acepto… Me dejarás después?
-No te prometo nada… Depende de cómo vaya la noche.
-Si resulta ser horrorosa, ¿dejarás de insistirme?
-Sí.
-Está bien.
Me regala una sonrisa, coge una manzana y se va de la cocina, no sin antes asomar su cabeza y decirme la hora y lugar donde quedaremos.
---------------------------------------------------------
Una hora y media antes de mi quedada con Byron (no cita, me niego a que lo sea), empiezo a prepararme recibiendo una mirada extraña de mi tía.
-Menos mal que tus sentimientos desaparecieron…
-Es verdad.-Miento.
Todos sabemos que aunque no hayamos hablado durante dos meses sigo sintiendo algo por él, pero no lo voy a confesar en alto, y mucho menos a mi tía.
Aunque cenar con él quizá no sea tan mala idea, quizá podamos hablar las cosas y quedar como amigos, como antes de todo.
Sin embargo, horas más tarde me doy cuenta de que eso va a ser imposible, que él no me quiere ver como a una simple amiga.
-Ariel desde el primer día en que te vi me llamaste la atención, sentí una atracción hacia ti y a pesar de que fueras una borde conmigo mis sentimientos fueron creciendo, y más aún cuando vi que solo actuabas así porque algo de tu pasado te atormentaba, sé que construiste una barrera que muy pocos han podido romper, pero cuando nos besamos pensé que yo lo estaba consiguiendo, sin embargo siempre terminas huyendo, me hizo daño ver como actuabas ante esos comportamientos, pero estoy dispuesto a seguir luchando por tu amor, por que me des una oportunidad.
-Byron… Yo lo siento, pero… pero no puedo hacerlo.-Es lo único que sale de mi boca.
Él pone una cara de decepción, pero cuando me vuelve a mirar a los ojos vuelve a sonreír.
-Sé que tú también deseas lo mismo que yo, deja tus miedos y tu pasado atrás, y podrás ser feliz conmigo.
Y sin dejar que diga más me besa, al principio me quedo inmóvil, pero termino cediendo a su beso, le sigo la corriente hasta que ese miedo vuelve a atormentarme, intento deshacerme de él y lo consigo… Pero, ¿por cuánto tiempo?
Nos separamos porque necesitamos aire, los dos sonreímos y continuamos la cena tranquilos, yo no hablo casi, pero él no para de contarme anécdotas graciosas o chistes, cualquier cosa para hacerme reír y luego besarme.

jueves, 17 de octubre de 2019

POLOS OPUESTOS XXIII


🔺Este capítulo puede contener escenas sexuales.🔻

Capítulo XXIII

Los dos días siguientes se me pasaron eternos, no quería salir ni siquiera al jardín y por mucho que me insistían seguía en la habitación leyendo, escuchando música y con el teléfono apagado.
No me apetecía si quiera hablar con nadie, y eso terminó por respetarlo todos los Cooper.
Byron huía de mí, y lo comprendía.
Sabía que eso era lo mejor, lo único que necesitaba ahora era… despejarme… Pero, ¿cómo?
Se me ocurrió una brillante idea, aunque me sentía un poco mal por Eder… Pero ¿que más da si no lo iba a volver a ver?
Enciendo mi móvil ignorando cualquier notificación y lo llamo.
En seguida me responde y me da su dirección.
No tuve ningún problema en encontrar su casa.
-Estamos solos.-Me sonríe antes de lanzarse a mi boca.
Sin separar nuestras bocas entramos en una habitación, supongo que es la suya.
Me tira sobre la cama, me quita la camiseta y el sujetador y comienza a lamer mis pezones.
Un pequeño gemido sale de mi boca haciendo que note su gran erección por encima de nuestros pantalones.
Le empiezo a besar por el cuello mientras con mis manos desato su pantalón, lo desnudo completamente, me quito lo que me queda de ropa, le pongo un condón y me monto encima de él haciendo que suelte un gemido.
Empiezo a moverme mientras lo miro y él me acaricia la espalda.
Son movimientos lentos, pero que poco a poco aumenta el ritmo.
---------------------------------------------------------
Y así es como me paso la penúltima tarde de las vacaciones, teniendo sexo con el chulo pero potentorro Eder.
Y me sirve para no pensar en nada más que en sentir placer.
Después de una “ducha” larga me visto y decido volver a la cara de la playa de los Cooper.
Y lo primero que me encuentro es con Byron.
<< ¡Genial!>>
Él no me saluda, ni siquiera me mira y desaparece por el pasillo de abajo.
Voy hacia la habitación y me encuentro con Aria.
-¿Estás bien?
-Sí, solamente que mañana nos vamos y… No voy a ver más a Caleb.
-¿No vas a verlo más? Pero si cada verano venís aquí, lo verás el próximo año.
-Eso es mucho tiempo…
Niego con la cabeza sin entenderla y la abrazo.
-Creo que me he enamorado de él.-Confiesa entre mis brazos.
Me separo de ella y la miro.
-¿Enamorarte de él? ¿En 4 días?
-No es cuestión de tiempo, es cuestión de química.
-Chorradas…
-Ariel, sé que tú te niegas al amor, no sé el motivo, pero es verdad… Siento una fuerte conexión con él y…
-Pero te toca volver a casa, seguir con tus estudios… Y él estará aquí, si el amor es complicado, ¡imagínate a distancia!
-¿Has tenido un novio a distancia? ¿Por eso no quieres saber nada?
-No, no… Yo no, pero mi mejor amiga sí, y no es por eso…-Suspiro.
-¿Cuándo me vas a contar lo que te pasa?
-No lo sé, es muy pronto para que lo sepas…
-Tranquila, esperaré el tiempo que haga falta, no quiero agobiarte.
Sonrío.
-Gracias por estos días, te has convertido en una buena amiga.
-¿En serio?
-Sí.
Sonríe y me abraza.
-¿Y por qué llevabas dos días sin querer salir y de repente acabas de llegar a casa?
-Es complicado…
-¿Byron y Eder?
Asiento y termino confesando lo que ha sucedido y mi extraño comportamiento.
-¡Te lo dije! Te gusta mi hermano, aunque intentes negarlo.
-Puede…
-Pero lo mejor es hablarlo con él, no evitarlo ni acostarte con más hombres para intentar negarlo.
-Es que Aria, no puedo… De verdad que no debo ni puedo sentir nada por nadie.
-¿Por qué? ¿Por miedo a qué te rompan el corazón? Los sentimientos son inevitables, pero hay que ser valientes de vez en cuando.
-No, lo siento pero no pienso dejar que esto siga así, quizá lo mejor es que…
-¿Qué?
-Deje el trabajo.

miércoles, 16 de octubre de 2019

POLOS OPUESTOS XXII


Capítulo XXII

Me despierto con el sonido de la puerta.
Abro los ojos extrañada, me estiro y miro quien ha interrumpido mi sueño.
-¿Qué haces aquí?
-Buenos días guapa.-Me sonríe.
-Repito, ¿qué haces aquí?
-¿No puedo venir a darte los buenos días?
-¿No puedes dármelos cuando yo me levante y estemos abajo?
-Pues no.-Sonríe y se acerca hasta mi cama.
-¿Y eso por qué?
-Porque quiero que vengas conmigo, mi familia se ha ido a la playa.
-¿Todos?
Asiente y vuelve a sonreír.
-No me apetece…
-Si no te he dicho el plan todavía.
-Da igual, no me apetece estar contigo.
-Ariel, por favor.-Me pone pucheros.
Resoplo dejándome convencer.
---------------------------------------------------------

-¡Está delicioso!-Sonrío tras probar un trozo de crepe con nutella y fresa.
-Sabía que te gustaría, menos mal que no has rechazado venir conmigo.
-La verdad que no…
Él se empieza a reír.
-¿De qué te ríes?-Lo fulmino con la mirada.
-De… Nada.-Sigue riéndose.
-¿Cuál es el chiste?
-Estás… muy graciosa manchada.-Dice sin parar de reír.
-¡Eres idiota!
-Espera, que te lo limpio anda.
Ya no se ríe, acerca su silla a la mía, me mira a los ojos sonriendo y se va acercando a mí poco a poco.
<< ¡Oh, no! Me va a besar… ¡Por favor hazlo ya! >>
Y sí, me besa, pero en la nariz para quitarme la mancha de chocolate.
Sin embargo no se separa mucho, solo lo suficiente como para mirarme a los ojos.
-Eres preciosa.-Sonríe.
-¿No sabes decirme algo diferente?
Ríe.
-Tienes unos ojos muy bonitos…
-Pero si son marrones como los de la mayoría de personas.
-Aun así son muy bonitos, los más bonitos que he visto nunca.
Y entonces pasa…
Sus labios rozan los míos y poco después su lengua pide permiso para encontrar la mía.
Lleva una mano hacia mi barbilla y me acaricia con suavidad.
Yo no me aparto, al contrario, me siento muy feliz de estar besándolo.
<< Pero… No puedo, no, no quiero sentirme así, no quiero besar a alguien y sentir algo por esa persona, no quiero saber nada del amor>>.
Me aparto, me levanto y me voy dejando plantado al chico.