Capítulo II
Los minutos y las horas parecían ser eternas pues cada
vez que miraba el reloj tan solo habían pasado 5 minutos y mi tía Kim seguía
como la había encontrado.
Mis ojos cada vez se me hacían más pesados pero temía
que me durmiera y le pasara algo malo.
Sin embargo hubo un momento en el que el sueño me
venció.
Cuando me desperté Dave me miraba con una sonrisa
tierna.
-¿Por qué me miras así?
Mi amigo se percató de que me había dado cuenta y se
puso serio.
-No te miraba de ninguna forma.
-Ya claro, y voy yo y me lo creo.-Le saqué la lengua.
-Me alegro de que vuelvas a estar contenta.
-No lo estoy, pero ya sabes la capacidad que tengo de
sonreír aun estando rota por dentro.
Él asintió, me rodeó con sus brazos y me dio un beso
en mi cabello.
Ese pequeño gesto siempre me había encantado e incluso
hay momentos en los que llego a pensar que me estoy enamorando de mi mejor
amigo.
Sin embargo nunca se lo he confesado por miedo a ser
rechazada.
-¿En qué piensas ahora?-Me preguntó él con una
sonrisa.
-En la suerte que tengo de tenerte.
-¿Y eso?-Abrió mucho los ojos.
-Porque estás aquí cuando más te necesito.
-Siempre lo estaré y lo sabes, no te librarás de mí
tan fácilmente.
Nos intercambiamos miradas pero que fueron
interrumpidas por una voz femenina.
-¿No pensabais avisarme de vuestra llegada?-Dijo
Taylor frunciendo el ceño.
-¡TAYLORRRR!-Fui rápidamente a abrazarla.
-¡Cómo te echaba de menos!-Me dijo entre lágrimas.
Tras unos minutos de achuchones y besos saludé a
Trevor con dos besos mientras Dave saludaba a mi mejor amiga.
-Perdón por no haberte avisado, lo único en lo que
pensaba era en mi tía.
-Tranquila mi niña, ya me lo imaginé… ¿Cómo está?
-Pues dormida, parece que está estable pero debe
permanecer aquí unos cuantos días para ver como evoluciona.
-Saldrá de esta, tu tía es muy fuerte.
-Espero…-Suspiré.- ¿Y cómo te has enterado de qué
estábamos aquí?
-Avisaron a mi madre primero, y ella les dijo que te
avisaran a ti también.
-¿Y por qué a ella primero?
-Según me dijo tu tía cuando te fuiste puso el número
de ella como prioridad ante emergencias pues no quería asustarte en caso de que
fuera algo menos grave, y mi madre sería quien diría a los médicos que te
avisaran después.
-Pero… ¿le ha pasado más cosas durante estos años y yo
no me he enterado?
-Que yo sepa no.
Pero su mirada escondía algo.
¿Le había pasado más veces? ¿Por qué no quería que me
enterase?
-Taylor…
-¿Seguro que ha estado bien hasta este momento?
-Eh…
Justo en ese momento vino una celadora que nos mandó
salir un momento de la habitación.
-¿Y tu madre por qué no ha venido todavía?
-Sí lo hizo, pero se tuvo que ir a trabajar, estará a
punto de volver.
Asentí con la cabeza.
Taylor me había preocupado al decir eso y no dejaba de
darle vueltas.
Tras unos minutos más pudimos entrar de nuevo en la
habitación.
-Oye voy a comer algo, ¿te vienes?
-No Dave, prefiero quedarme aquí…
-Pero debes comer algo, llevamos aquí mucho tiempo y
no has comido nada desde este mediodía.
-Cariño puedes bajar, Trevor y yo nos quedaremos aquí,
si pasa algo te llamo.
-¿Segura?
Mi mejor amiga me dio una sonrisa de confianza que me
convenció para ir a comer algo.
Después de comer un sándwich vegetal y beber una
Coca-Cola cada uno, Dave y yo volvíamos a la habitación cuando apareció la
madre de Taylor.
-Hola Ariel, ¡cuánto tiempo!-Me dio dos besos.
-Hola Silvia.-Le sonreí.
-¿Despertó tu tía?
-No, al menos hasta que he bajado yo seguía durmiendo.
-Ah.
-Taylor me ha dicho que te avisaron primero, ¿por qué?
-Porque tu tía no quería preocuparte demasiado estando
tú tan lejos.
-Así es como más me ha preocupado, ¿es la primera vez
que le pasa?
Su silencio me confirmó lo que yo sospechaba.
-¿Cuándo?
-¿Cuándo qué?
-No te hagas la loca, no es la primera vez, ¿verdad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario