Capítulo V
Durante las
horas siguientes Taylor se encargó de evitar hablar del tema y se lo agradecía.
Nos pasamos la tarde viendo películas de nuestra
infancia, comiendo palomitas y bailando al son de la música mientras
imaginábamos que éramos cantantes profesionales.
Después de cenar volvimos a mi habitación y estuvimos
planeando qué hacer durante el poco tiempo que me quedaba en la ciudad hasta
que el sueño se apoderó de nosotras y decidimos que ya era hora de dormir.
Al día siguiente decidimos ir a desayunar al
Roscoking, un local donde vendían donuts, tortitas, gofres, batidos, bebidas
calientes y un montón de cosas más.
Era nuestro sitio favorito desde que lo abrieron y
durante estos años lo había echado mucho de menos.
Yo me pedí unas tortitas con sirope de fresa y un zumo
de naranja mientras que mi amiga se pidió unas tostadas y un café con leche.
-¡Wow! Sí que está rico después de tanto tiempo sin
probarlo…-Dije tras llevarme un trozo a la boca.
-Siempre está rico.-Rió mi amiga.
Después de ser unas gochas decidimos ir a dar un paseo
por uno de mis parques favoritos.
Íbamos charlando cuando de repente un joven de 13 años
se acerca a mí muy nervioso.
-Hola, ¿eres Ariel?
Me quedé extrañada al ver que conocía mi nombre, me
fijé más en él para ver si lo conocía.
-¡MARVIN!-Sonreí feliz dándole un abrazo fuerte.
-Sí, sí eres tú.-Me devolvió la sonrisa.
-¡Qué grande estás! Y guapo por supuesto.-Le guiñé el
ojo.
-Gracias…-Se sonrojó.
-Por cierto, ¿tus hermanas están aquí?
-No, están en casa, yo iba a ir ahora para allá. Si
quieres puedes venir y así saludas a todos.
-¡Claro, me encantaría!
-Lo único que Eddy y Aria no están, se independizaron
hace un año.
-¡Oh, vaya! ¿Pero están en la ciudad?
-Eddy no, pero Aria sí.
-¿Y me podrías dar la dirección de tu hermana?
-Claro, se pondrá muy contenta de verte.
Los dos sonreímos y tras presentarle a mi amiga Taylor
nos pusimos de camino a casa de los Cooper.
Cuando llegamos me quedo observando a mi alrededor esperando encontrar algún cambio
pero todo seguía igual.
Marvin sacó sus llaves y abrió la puerta, se hizo a un
lado para que pudieramos pasar y cuando él entró la cerró.
-¡Mamá, papá tenemos visita!-Gritó el chico mientras
dejaba las llaves en el mueble de la entrada.
-¿Quién ha…?-Comenzó a decir Jessica.- ¡ARIEL!-Avanzó
rápido hasta mí y me dio un fuerte abrazo.
-¡Cuánto tiempo!-Dijo Ezra esperando su turno para
saludarme.
-¿Qué tal estás?
-Bien, llevo una semana en la ciudad pero dentro de
poco tendré que volver a León.
-Vaya, ¡qué pena que tengas que irte tan pronto!-Dijo
Jessica.-Por cierto cariño, avisa a las niñas de que Ariel está aquí.
-Claro mamá.
Taylor se quedó mirándonos sin saber qué hacer ni que
decir así que les presenté y fuimos todos al salón donde segundos después
aparecieron 3 niñas corriendo.
-¡ARIEEEEEEEEL!-Me dieron un abrazo grupal.
-Hola chicas.-Sonreí.- ¡Qué grandes estáis las tres!
Se nota que habéis comido muy bien.
-¡Sí!-Dice Rosie.
-¡Y ya no tenemos ningún diente de leche! ¡Somos muy
mayores!-Continua Jodie.
-¡Y el ratoncito Perez nos ha traído muchas
cosas!-Termina Lilith.
-¿Sí? Tendréis que enseñármelo entonces.
-¡Claro!
Estuvimos como una hora poniéndonos al día entre
todos, Jessica me dio la dirección de Aria y me contó que Eddy seguía con
Thalía y que se mudaron a Londres.
De Aria no me contaron mucho pues decidieron que sería
mejor que me lo contase ella en persona, así que me fui con intriga de saberlo.
Taylor y yo nos despedimos de todos y les prometí que
los visitaría antes de volverme a León.
Después de la visita a la familia Cooper volvimos a mi
casa aunque mi amiga se quedó un rato más y después se fue con su novio a pesar
de que ella insistía en quedarse conmigo, yo le animé a que fuera con él y le
dije que no se preocupara por mí.
Haber visto a los niños que cuidé me subieron el ánimo
y por suerte no estaba Byron en casa por lo que terminó siendo una buena
mañana.