lunes, 2 de diciembre de 2019

POLOS OPUESTOS II E.


Epílogo


La primera parte de Polos Opuestos acabó con un final algo triste para Byron, algo inusual en mis novelas.
Sin embargo, me he guardado un as bajo la manga; decidí escribir una segunda parte, aunque resultó ser más corta de lo esperado, pero estáis de suerte pues vuestro final feliz ha llegado.
Estáis en las últimas páginas de la historia de Ariel y Byron y espero que las disfrutéis tanto como yo al escribirlas.
Si queréis saber como resultó ser el final solo debéis seguir leyendo.

Byron tardó muchísimo en preparar su declaración de amor, pero por el camino Taylor cumplió con su promesa y fue descubriendo poco a poco lo que su mejor amiga sentía por el chico.
Sin embargo, a pesar de que Ariel afirmaba estar enamorada de su primer amor, sentía que no estaba preparada para tener algo serio.
Esa noticia hizo que Byron entristeciera al principio, pero jamás se rindió.
Intentó hablar sobre el tema con ella, confesando de forma simple lo que él sentía.
Ella lo besó, pero como siempre, volvía a comportarse mal con él.
Hasta que un día recogiendo las cosas de su tía se encontró con una carta.

Mi querida sobrina,
Si has encontrado esta carta es porque yo ya me fui, aunque sé que siempre me vas a llevar en el corazón y yo te estaré cuidando desde el cielo.
No me podrás ver, pero sí sentir.
Quería darte las gracias por todo lo que hiciste por mí, solo nos teníamos la una a la otra pues no hemos tenido la suerte de ser una familia numerosa, tú me cuidaste cada vez que tenía un desengaño amoroso y yo lo hice contigo aunque no seguiste mi consejo cuando la vida te daba una oportunidad.
Por eso te pido que si vuelves a amar a una persona y tu amor es correspondido, acepta ese regalo de Dios, sé feliz con esa persona a pesar de que estés llena de terror.

No quiero que la familia Cooper termine cuando tú mueras, crea tu propia vida junto a la persona que te ame, tened hijos y disfruta del amor verdadero pues sino luego te arrepentirás.
Por mala fortuna yo no pude tener mis propios hijos, pero por buena suerte te crié a ti como si lo hubieras sido y eres lo más bonito que me pudo dar la vida.
Me fui feliz por saber que he educado a una de las personas más bellas del mundo, no solo físicamente, sino también con el alma más puro.
Comete errores pues eso te hará más fuerte, no intentes ser perfecta pues nadie lo es, arriésgate a pesar de tus miedos…pero sobre todo sé feliz.
Te quiero, pequeña.

Tu tía Kim.

Con lágrimas en los ojos, Ariel miró hacia el cielo y le dedicó una sonrisa a su ángel acompañado de un Te querré siempre.
Justo en ese instante, a unos metros de ella pasaba Byron, quien sonrió al verla por fin feliz.
La chica se sonrojó al ser descubierta y no dudó ni un segundo en salir disparada hacia él, su verdadero amor.
Lo besó, pillándole desprevenido, y lo abrazó con más fuerza que nunca.
-Te quiero Byron, siento no haberme dado cuenta antes de que merezco ser feliz a tu lado. ¡Qué le den a los miedos, yo quiero estar contigo!
El chico sonrió feliz, olvidándose de todo lo malo y sintiéndose el chico más afortunado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario