Capítulo X
Verla con lágrimas en los ojos me encogía el corazón,
y más cuando no sabía que palabras decir.
Sin embargo cuando la tenía entre mis brazos me sentía
muy afortunado.
La pérdida de su tía fue un golpe muy duro para ella
pero gracias a ello volvimos a estar muy unidos y mis sentimientos por ella
cada vez crecían más.
Shana se enfadó conmigo aquel día que la dejé plantada
por ir al tanatorio a verla, pero no me importó pues sabía que Ariel me
necesitaba más.
A partir de ese día las discusiones aumentaron por
momentos hasta que decidimos poner fin a nuestra relación.
Debería haber llorado por su pérdida pero la verdad
que estar con Ariel me reconfortaba, y verla sonreír tras haberse desahogado
conmigo me bastaba para sentirme mejor.
Ella no sabía aún nada, no quería atosigarla con mis
cosas pues ya bastante había tenido.
-¿Byron? ¿Estás aquí o te has ido a la luna?-Chasqueó
los dedos delante de mí.
-¡Oh, perdón…!-Sonreí.-La verdad que la luna es muy
bonita, tengo que llevarte algún día.
Su risa no tardó en aparecer a pesar de que lágrimas
estaban recorriendo sus mejillas.
-Gracias por todo, de verdad.
-No hay de que, para eso están los amigos, ¿no?
Asintió con la cabeza y después miró hacia el suelo.
-Ey, ¿qué te ocurre ahora? ¿He dicho algo malo?
-No, nada.-Me dedicó una pequeña sonrisa.-Voy al baño,
ahora vengo.-Dijo alejándose de mí por unos momentos.
Su actitud me desconcertó un poco, no sabía que estaba
pensando en ese momento pero me podía hacer una idea, una idea que me daba
pequeñas esperanzas…
Aunque no
quería hacerme ilusiones tan pronto, ¡ quería saberlo ya!
Así que se me ocurrió un plan… ¿Funcionaría?
(***)
Tras despedirme de Ariel me fui a poner en marcha mi
plan.
¡Ojalá funcionara!
Porque si de ser así podría cumplir mi sueño de hacía
unos años.
Caminé a paso ligero hacia la casa de Taylor.
Tuve suerte pues no necesité llamar al timbre para que
me abriera, justo en ese momento salía hablando por teléfono.
-¡Hasta ahora mi amor, te quiero!-Dijo tras percatarse
de mi presencia.
Colgó y me miró extrañada.
-¿Qué haces aquí? Esta no es la casa de Ariel.
-Lo sé, venía a verte a ti.
-¿A mí? ¿Por?
-Eres su mejor amiga, necesito preguntarte algo.
-Oye…Byron…yo tengo novio y además como tú has dicho
es mi mejor amiga…no podría hacerle eso.
-¿¡Qué!? ¡Oh, no! No es eso.-Reí.-Quería saber si te
ha dicho algo sobre mí, si le…gusto.-Dije sonrojándome.
-Eh…No, pero en el caso de que lo supiera tampoco te
lo iba a decir, es ella quien se tiene que confesar.
-O sea que…le gusto.
-Yo no he dicho eso.
-Indirectamente sí, has dicho ‘es ella quien se tiene
que confesar’.
Ella suspiró y sonrió.
-No me lo ha dicho en ningún momento, pero sí me ha
hablado de vuestra “relación” en las últimas semanas, y por como habla de ti y
por como te mira cada vez que nos hemos encontrado contigo… se ve que sigue
sintiendo algo por ti, pero está en una etapa muy mala, sabes lo difícil que es
ella para estas cosas y puede que si le dices algo actúe con su mal carácter.
-Pero yo…
-Sé que tú también sientes algo, pero primero deberías
cortar con tu novia antes de hacer nada.
-Ya lo hice, hace una semana.-Confesé.
-Eso…no lo sabía.
-No se lo he contado a ella porque no quiero agobiarla
con mis problemas, aunque eso no es ningún problema, es un alivio.
-Yo solo te aconsejo que esperes un poco, si quieres
te voy allanando el terreno pero aún no te declares, o si lo haces… ¡Hazlo a lo
grande!
-¿A lo grande? ¿Cómo?
-Piensa un poco, a ella le encantan las sorpresas así
que si usas tu imaginación…puede que con eso te diga un sí, pero repito ya
sabes como es…a pesar de que ha cambiado bastante con el tiempo, no se sabe.
-Gracias Taylor.-Sonreí.
-De nada, y no le digas nada sobre esta conversación,
¿eh? ¡Sino me mata!
-Tranquila, soy una tumba.
Contento me despedí de ella y volví a mi casa para
planear mi siguiente paso.
¡Estaba muy feliz por saber que ella sentía lo mismo
que yo!
Sin embargo tenía miedo de cagarla o de que a pesar de
ello me diera un No como respuesta, al igual que lo hizo en un pasado.
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