Capítulo IX
Unas horas después estábamos en el tanatorio.
Gracias a Silvia pude hacer todos los trámites con más
rapidez pues yo no tenía el suficiente ánimo como para ocuparme de ello.
Alguien me sopló la nuca provocando un pequeño
escalofrío en mí.
Me di media vuelta y lo abracé como nunca antes lo
había hecho.
-Tranquila pequeña, ya estoy aquí.-Me susurró al oído.
-Gracias por venir a pesar de tener que trabajar,
Dave.
-Lo primero es lo primero.-Me dedicó una sonrisa muy
dulce.
Gracias a mis dos mejores amigos supe controlar mis
emociones, a pesar de que estaba rota por dentro.
Cada vez que se acercaba algún conocido a darme el
pésame empezaba a llorar pero Dave o Taylor se encargaban de alejarme de esa
persona y tener más intimidad.
Sin embargo todo fue distinto cuando Byron apareció.
Me sorprendí al verlo, pero cuando vi que venía con
sus padres y Aria mi sorpresa fue menor.
Les di las gracias a todos y supe contener mis
lágrimas.
Ellos estuvieron a mi lado un rato más y antes de
marchar me dijeron que si necesitaba cualquier cosa contara con ellos.
Jessica, Ezra y Aria se fueron, aunque me dijeron que
volverían más tarde, pero Byron se quedó a mi lado.
Él estuvo ahí en todo aquel momento que me daba el
bajón, tanto antes de que pasara como después, tanto en el velatorio como
cuando me recogí a casa.
Fue muy dura la situación de entrar en mi casa y no
verla a ella, mi tía Kim que me había cuidado como si de mi madre se tratara,
ella ejerció muchos papeles importantes y ahora que no estaba me partía el
corazón.
Sin embargo los días no eran tan negros gracias a esos
ojos que tanto me hipnotizaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario