lunes, 2 de diciembre de 2019

POLOS OPUESTOS II C. VI


Capítulo VI

Por la tarde decidí ir a ver a Aria mientras Silvia, la madre de Taylor, hacía una visita a mi tía.
Yo iba feliz por ver a mi amiga de la que hacía mucho no sabía nada cuando de repente me topé con su hermano y su cuñada.
-Hola Ariel.-Me sonrió Byron.
-Hola.-Le devolví una pequeña sonrisa.
-Mira…te presento a Shana, mi novia, Shana esta es Ariel, fue niñera de mis hermanos hace unos cinco años.
Las dos nos miramos y sonreímos falsamente, nada de dos besos ni un apretón de manos.
Sonreí en mi mente al recordar que así actué con Byron la primera vez.
-¿Vas a dar una vuelta?-Preguntó el chico.
-Sí, bueno, iba a ver a tu hermana Aria, esta mañana me encontré con Marvin y me llevó a saludar al resto de tu familia.
-Me alegro, salúdala de mi parte.
-Claro.
-Bueno cariño, ¿nos vamos? No quiero llegar tarde a ver la película.
-Eh…sí, vamos.-Se rascó la nuca nervioso.-Hasta luego Ariel.
-Adiós.
Permanecí ilesa durante unos segundos hasta recuperarme del momento incómodo y seguí caminando.
Cuando llegué al portal un chico acababa de abrir, me saludó y con una sonrisa me dejó pasar primero.
Le di las gracias y continué el camino hasta el ascensor.
Una vez dentro el chico me preguntó a que piso iba.
-Yo también voy al mismo.-Me regaló una sonrisa.
En ese momento me fijé bien en sus facciones y me di cuenta que me sonaba de algo pero no recordaba exactamente de que.
Y no solo íbamos al mismo piso, sino que también iba a la misma puerta que yo.
Los dos nos sorprendimos mucho y reímos incómodos.
-¿Vienes a ver a mi cuñada?
-¿Tu cuñada?
-Sí, Aria.
-Ah, sí.
-Pues pasa.-Dijo tras abrir la puerta.- ¡Ariaa, tienes visita!
En seguida vi aquel pelo moreno con mechas azules y sonreí como nunca.
-¿¡ARIEL!?-Abrió bien los ojos.
-Espera, ¿eres Ariel?-Preguntó mi compañero de ascensor mientras abría también los ojos.
No me dio tiempo a decir nada porque ya tenía a la chica entre mis brazos.
El chico nos miraba esperando una respuesta, pero Aria no nos dejaba hablar.
-Pero, ¿qué haces aquí? ¿Cómo sabías que vivo aquí?
-Me lo dijo tu madre, esta mañana me encontré con Marvin y me llevó a saludar a todos y ya me contaron que te habías independizado y pensé en venir a verte.
-¡Ay, pues cuánto me alegro de verte! ¿Pero ya no vives en León?
-Sí, lo único que tuve que venir por mi tía.
-¿Y eso? ¿Le ha pasado algo?
-Por suerte solo ha sido un pequeño susto.
-Yo también me alegro de verte.-Nos interrumpió el chico.
Aria lo miró primero a él y luego a mí esperando mi respuesta.
-Lo siento pero…no caigo quien eres ahora mismo.-Dije incómoda.
-¿En serio no te acuerdas de él?-Preguntó mi amiga.
-¡Pues bien que disfrutaste conmigo en la feria…!
Mis ojos se abrieron al recordar que se trataba de Eder.
-¡Ost**! Perdóname, sí que me resultabas conocido pero no sabía de qué.
-No pasa nada.-Sonrió.-Yo hasta que no lo ha dicho Aria tampoco sabía quien eras…-Dijo acercándome a él para darme un abrazo.
Le correspondí el abrazo pero en seguida me aparté al recordar lo que minutos antes me había dicho.
-Espera, ¿sois cuñados? Eso significa que… ¿¡Estás con Caleb!?
Ella asintió mientras se ruborizaba.
-¿Y dónde está él?
-Dándose una ducha, estará a punto de salir.
-Vamos al salón, ¿no?-Dijo Eder después de haberse puesto las zapatillas de casa.
Asentí y los seguí.
Nos sentamos y poco después apareció Caleb quien me reconoció al instante.
-¡Ariel!-Me dio dos besos.- ¡Cuánto tiempo! ¿Qué tal estás?
-Muy bien, ¿y tú?
-Muy bien también.
-Me tenéis que contar vuestra historia, ¿eh?
-Claro.-Sonrió mi amiga.- ¿Tienes mucho o poco tiempo?
-Mucho, mucho.-Reí.




No hay comentarios:

Publicar un comentario