lunes, 8 de julio de 2019

POLOS OPUESTOS VIII


Capítulo VIII

Los días siguientes fueron normales, lo único que hacía era estar en casa con mi tía y después en el trabajo pues la familia Cooper me necesitaba cada vez más horas.
Por suerte no me encontraba con Byron o si lo hacía ya no me daba la brasa, simplemente me hacía un pequeño gesto como saludo y poco más.
A Tylor la echaba mucho de menos, pero el poco tiempo libre que tenía me lo pasaba durmiendo.
El timbre no deja de sonar despertándome de la pequeña siesta tras una larga jornada.
<< ¿Y mi tía qué hace para no abrir?>>
Me levanto resignada del sofá y me dirijo a la puerta, abro la puerta y me encuentro con una Taylor muy sonriente.
-Hola mi amooooorrrrrrrr.-Se lanza a mis brazos.
-Hola cielo, ¿y esta efusividad?
-¡Te echaba de menos y no aguantaba más sin verte!
-Ya, ya…algo más ha pasado para que estés así.-Digo levantando una ceja.
-¡Qué bien me conoces!-Sonríe entrando como Pedro por su casa.
Llega al sofá y se deja caer sin que su brillante sonrisa desaparezca y la acompaña con un suspiro feliz.
-¿Me vas a contar ya lo que te hace estar así de feliz?
-¡Ven, sientaaaa!-Se sienta bien y da unas palmaditas a su lado.
Me siento donde ella me indica y espero a que hable.
-¡Trevor me ha pedido perdón!
-¿Y?
-Lo ha hecho de la manera más romántica y bonita… ¡Mejor que en las películas!
-¿Cómo?
-Pues vino de sorpresa a mi casa, al principio no lo abrí, bueno directamente no le abrí hasta que después de dos horas iba a salir de casa.-Suspira de nuevo.- ¡Esperó por mí! Y luego me dijo unas cosas preciosas… Me pidió perdón y me ha regalado un hermoso ramo de rosas… ¡Es gigante! Mira.-Dice sacando su móvil y enseñando su regalo.
-Y tú eres tan tonta de perdonarlo, ¿no?
-¡Ariel!-Dice enfadada, pero su sonrisa no tarda en volver.-Sé que lo que hizo no está bien, pero…saqué las cosas de sitio, o sea no somos novios, él puede enrollarse con quien quiera.
-No digo que no lo pueda hacer, pero delante de tus narices y en tu fiesta de cumpleaños…
-Lo sé, él me ha dicho que se arrepiente, que bebió demasiado y… surgió.
-Ellos y sus excusas…
-Bueno, pero es que la cosa no acaba ahí.
-¿Ah no?
-¡Me ha pedido salir!-Salta de la alegría.- ¡Ya tienes cuñiiiiii!
-¿Qué? ¡NO!-Grito.-Vale que te líes con él y eso, pero que sea tu novio ya es otra cosa.-Resoplo.
-¿No quieres que sea feliz?
-Claro que quiero, pero…
-Ariel, sé que ha cometido un error, pero también es persona y puede equivocarse.-Vuelve a sonreír.-Él es un cielo, y sé que no pasará más, estando juntos sé que no me va a ser infiel.
-Bueno… Espero que de verdad no te ponga los cuernos ni te haga daño de ningún modo porque…
-Sí, lo matarás y si lo hace te daría mi permiso.-Se acerca a mí y me abraza.-Pero no va a pasar eso, no vas a tener que revivir todos esos momentos.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.-Me sonríe y me da un beso.-Si veo algo raro lo pararé antes de tiempo.
Sonrío no muy convencida y ella me abraza con fuerza.
Mis lágrimas aparecen tras recordar el pasado.
-Oye, ¿y si llamas a Dave y tomas algo con él o algo?-Me sugiere.-Te vendría bien despejarte, andas muy estresada últimamente.
-No sé…
-Es más si quieres le digo a mi novio.-Sonríe.- ¡Qué bien me siento al llamarlo así! Y salimos los cuatro juntos, ¿qué te parece?
-Prefiero descansar…
-Anda, por favor… ¡Hazlo por tu mejor amiga a la que casi ya no ves!-Me pone pucheros.
-Está bien...
-¡Yujuuu!

No hay comentarios:

Publicar un comentario