miércoles, 31 de julio de 2019

POLOS OPUESTOS XIII


Capítulo XIII

La mañana pasa tranquila, los niños se dedican a jugar entre ellos y con sus juguetes, mientras yo los observo y cuido de ellos.
Al mediodía después de que los niños coman les echo a dormir la siesta, y mientras aprovecho para comer.
Justo cuando voy a empezar a dar un bocado el timbre suena.
Me quedo extrañada pero voy a abrir.
-¿No tienes llaves o qué?
-Sí, pero están en la mochila y tardaba menos llamando.-Byron luce una sonrisa de superioridad.
-Si lo sé, no te abro.
-Pues haber mirado por la mirilla así habrías sabido que era yo y no estarías ahora quejándote.-Se encoge de hombros, entra y me da un beso en la mejilla antes de desaparecer.
<< ¿Qué ha sido eso? ¿Quién es para darme un beso en la mejilla así sin más? ¡Aaaaggg! Me frustra>>.
Vuelvo a la cocina y me encuentro a Byron sentado en mi sitio y mirando fijamente mi comida.
-¡Está deliciosa!
-¡Deja mi comida ahora mismo!
-¿O si no qué?
-O si no… Se lo diré a tus padres.
- I si ni si li diri i tis pidris.-Me replica.
-¡Eres un idiota, no te aguanto!-Desaparezco de la cocina dando un portazo y me voy al baño.
Me encierro y sin darme cuenta comienzo a llorar.
<< ¿Por qué todo esto me tiene que pasar a mí? ¿Y por qué no puedo ser fuerte y no llorar?>>
Toc, toc.
No contesto e intento tranquilizarme, pero no puedo dejar de sollozar.
-¿Ariel? ¿Estás bien?-Pregunta el chico.
-¡Déjame en paz!
-Ariel, no te puedo dejar así…-Suspira.-Lo siento, ábreme la puerta por favor.
-¡No!
-Ariel… Soy un idiota, perdón.
Resoplo, me levanto y tras secarme las lágrimas abro la puerta y dejo que pase.
Él sin decir nada me abraza.
No me gusta que me esté abrazando, pero la verdad que es lo único que necesito…
-Ariel, perdona, no pensé que te ibas a poner así, o sea sé que te iba a molestar, pero no tanto…
-Ah, o sea que quieres molestarme… ¡Qué bien todo!
-Me gusta picarte.-Confiesa.-Pero porque… no sé, me pareces más guapa aún cuando te enfadas.-Sonríe.
Me quedo en silencio.
-Gracias por pedirme perdón.-Termino diciendo.-Solo que… bueno, déjalo.
-No, Ariel, no voy a dejarlo, te he hecho llorar y… lo menos que puedo hacer es pedirte perdón y consolarte.-Me sonríe y me da un beso en la mejilla.-No sé tus motivos para que nos trates tan mal a los chicos, sobre todo a mí, y no quiero saberlo si no estás dispuesta a contarlo, pero déjame decirte que no todos somos idiotas, igual en algún momento sí, pero yo no quiero hacerte daño, solamente quiero llevarme bien contigo aunque no lleguemos a ser amigos, solamente por mi familia.
Lo miro sin decir ni una palabra.
-Me gustaría empezar de nuevo contigo, ¿aceptas tratarme mejor?
-Solamente por tu familia, pero no pienses que puedes hacer lo que quieras por esto, no soy tu amiga y no tengo por qué contarte mi vida.
-Está bien, ¿algo más?
-Sí, no me sigas.
-Acepto.-Me ofrece su mano.
Se la estrecho y desaparezco del baño.


domingo, 28 de julio de 2019

POLOS OPUESTOS XII


Capítulo XII

Después de prepararme y desayunar voy a casa de los Cooper, hoy me toca quedarme hasta las 4 pm.
Llamo al timbre y me abre Byron sonriente.
-Buenos días Ariel.
-Hola.-Digo sin mirarlo si quiera.
Entro y me dirijo al salón en busca de los niños, y como no, el chico me persigue.
-¿Siempre me vas a estar siguiendo?-Digo dándome la vuelta y mirándolo a los ojos por primera vez en el día.
-No te estoy siguiendo, simplemente vengo al salón que es donde estaba antes.
-Ya, y el otro día también, ¿no? Y el otro… ¡Qué casualidades!
-Me creas o no, es la verdad.
Resoplo y decido no continuar con la conversación.
Entro en el salón y no veo a ninguno de los niños.
-Están todos dormidos, así que tenemos un rato para charlar tú y yo. -Dice sentándose en el sofá.
-¿Charlar tú y yo? ¿De lo idiota que eres? No, gracias.
-¿Crees que soy un idiota? ¡No juzgues un libro por su portada!
-No te estoy juzgando, eres chico y eso equivale a idiota.
-Madre mía…
-¿Madre tuya qué?
-Nada, nada.-Se encoge de hombros.- Deberías cambiar, no sé como puedes tener novio.
-¿Novio? ¿Quién ha dicho que lo tenga? ¡Yo no quiero saber nada de eso!
-¿Y entonces quien era Dave?
-¡A ti que te importa! Es mi vida personal.
-Pero yo soy tu jefe.
-No, mis jefes son tus padres.
-¿Los ves aquí? ¿No? Pues entonces el mayor soy yo, así que mando mientras estén ausentes.
Niego con la cabeza y me voy a la cocina a preparar los desayunos para cuando se despierten.
-¿Otra vez tú? ¡No hace falta que me sigas a todos lados!
-A ver.-Se acerca a mí.-Que te quede claro que tú no me mandas, esta es mi casa y hago lo que quiera.-Me sonríe.-Y cuidas de mis hermanos, yo solo te vigilo para que hagas bien tu trabajo.
-¿Y tú qué? ¿No tienes que ir a trabajar?
-Sí, en 10 minutos te dejo en paz, pero hasta entonces me vas a tener que aguantar.
-Pero ahora no están tus hermanos, ¿por qué me vigilas? ¿A caso piensas que te voy a robar? No, gracias, ya tengo todo lo que quiero.
Él se encoge de hombros y continúa observándome en silencio.
La puerta de la cocina se abre y aparece Marvin frotándose los ojos.
-Buenos días campeón.-Saluda su hermano.
-Buenos días Marvin.-Sonrío.-Ya tienes tu desayuno listo.
-Hola, gracias.-Dice sentándose en frente de su desayuno.
El silencio reina en la cocina.
-Bueno yo me voy ya, si pasa algo llámame.
Asiento.
-Adiós, pequeño.-Le alborota el pelo.
-Adiós tato.-Sonríe.


POLOS OPUESTOS XI


Capítulo XI

Tras cerrar la puerta de entrada grito el nombre de mi tía, en seguida aparece con una gran sonrisa y se sorprende al verme acompañada por un chico.
-Hola tía, te presento a mi amigo Dave, Dave esta es mi tía Kim, aunque siempre ha hecho de madre y padre para mí.-Sonrío.
-Encantada señora.-Le da dos besos.
-Igualmente.-Sonríe.-Pero no me llames señora, llámame por mi nombre.
Él asiente.
-Bueno tía, estaremos hablando en mi habitación.
-Vale, no hagáis mucho ruido.
-¡Tía!-La regaño.-Solo somos amigos.
-Ya, ya.
Dave colorado como un tomate me sigue.
-Perdona por eso… Mi tía a veces tiene unas cosas…
-¿Te sueles traer los chicos a casa?
-No, siempre voy a las suyas, nunca he traído un chico a mi casa hasta… hoy, tú eres el primero.
-¡Oh!
-No me gusta que sepan de mi vida, y mucho menos donde vivo porque si son pesados ya de por sí, imagínate así… ¡Estarían todos llamando a mi puerta cada dos por tres!
-Ya, entiendo.-Sonríe.
-Y bueno… Te presento mi habitación.-Digo abriendo la puerta y dejando que pase él primero.
Él observa con detenimiento cada parte de mi dormitorio.
Se sorprende al ver como una chica como yo, tiene decorada así su habitación de color lila.
Tengo una litera con un sofá en la parte de abajo, estanterías llenas de libros y de figuras y peluches.
También tengo una corchera llena de fotos con Taylor, frases y detalles que me recuerdan a ella.
En mi escritorio está el ordenador, una pila de dibujos hechos por mí, botes con pinturas de todo tipo, y una foto de mi madre, hecha poco antes de nacer yo.
El suelo está cubierto de una alfombra de flores, y mis dos armarios son de un rosa clarito y están llenos de ropa.
-Es muy bonita, aunque quien diría que es tuya.
-Lo sé, yo soy así como mi habitación, pero fuera me comporto de otra manera por todo lo que quiero contarte.
-Pues cuando quieras.-Me sonríe.
-Puedes sentarte en el sofá, aquí a mi lado.-Digo sentándome e indicando mi lado.
Cojo aire suficiente para relatarle toda mi historia.
-Mi madre es la de la foto del escritorio y esa es de las últimas fotos suyas; mis padres murieron en un accidente cuando yo tenía 5 meses, y todo por culpa de él…-Trago saliva.-Estaban yendo a un viaje de fin de semana tras haber tenido una pelea muy gorda.
>>Ellos parecían felices, o eso es lo que pensaba todo el mundo, sin embargo todo se fastidió cuando mi padre le puso los cuernos a mi madre, ella estaba muy enamorada y le perdonó pensando que su vida seguiría igual, pero cada vez había más peleas e incluso mi padre llegó a ponerle la mano encima.-Mis lágrimas comienzan a salir.-Sin embargo, al rato le pedía perdón y la recompensaba con objetos o viajes, como aquel… Él había bebido un poco antes de montarse al coche, pensaba que no iba a pasar nada, pero pasó… Se debió de distraer un momento y entonces se salieron de la carretera, dieron varias vueltas de campana y… Cuando llegaron los equipos de emergencia era demasiado tarde, ella ya había muerto, y mi padre se salvó por unas horas más.
Durante su ausencia mi tía, la hermana de mi madre, se quedó a mi cargo pues era la única familia que me quedaba, y ella es la que me ha cuidado desde entonces.-Me limpio las lágrimas con la manga.-Pero no acaba la historia ahí, mi tía por aquel entonces estaba conociendo a un chico, al principio iba todo bien pero de la nada desapareció, ella no levantó cabeza hasta que apareció otro, muchos años después, sin embargo… un día cuando volvía yo del instituto, encontré a este chico, que por aquel entonces vivía con nosotras, con otra chica que no era mi tía. ¡En su propia casa la engañó!-Digo furiosa.- Encima tuvo la poca vergüenza de mentirle, dijo que yo era una mentirosa que solo quería ponerle en su contra.
-¿Y tu tía a quién creyó?
-A mí por supuesto, además les hice una foto por si acaso.
-Lo siento mucho, cielo.-Me abraza.-Ahora entiendo porque no quieres saber nada del amor…
-Lo sé, nadie lo entiende hasta que les cuento mi pasado.-Suspiro.-Sin embargo la única que lo sabe es Taylor, y ahora tú.
-Pues no te preocupes que estaré aquí para apoyarte y ayudarte en lo que haga falta.
-Gracias.-Sonrío.-Es bueno saber que puedo contar contigo también.

POLOS OPUESTOS X

Capítulo X

Nos quedamos en silencio en lo que Byron deja las bebidas en la mesa y tras una sonrisa y un guiño de ojos dirigido hacia mí se va.
-¿Te ha guiñado el ojo o es cosa mía?-Pregunta Taylor emocionada.
-Sí, en fin…-Ruedo los ojos y resoplo.
-Oye, pues no está mal…quizá pueda ser…-Se calla al darse cuenta de que no estamos solas.
-¿Pueda ser qué?-Preguntó intrigado Dave.
-¡Nada, nada, olvídalo!
Nos quedamos en un silencio incómodo, Dave y yo cogemos las bebidas a la vez y bebemos al unísono.
Reímos al darnos cuenta y Taylor me muestra una sonrisilla.
-Voy al baño, ¿me acompañas Ariel?
Asiento con la cabeza y la sigo.
Una vez en los servicios mi mejor amiga cierra con tranco y me mira de una manera rara.
-¿Por qué me miras así?
-¿Qué hay entre Dave y tú?
-Nada.
-Ya, claro…-Sonríe.-No soy tonta, aquí hay algo más que solo sexo de una noche.
-Nos hemos acostado aquel día que me obligaste a ir a su casa, pero nada más.
-Ya, y yo me lo creo… ¿Te gusta?
-¿Qué? ¡NO! Sabes como soy yo.
-¿Y por qué repites con él cuando siempre los utilizas para un rato?
-Surgió así, además tú me hiciste llamarlo y pasar la noche con él.
-Para que te cuidara, además estabas mala no creí que fueras a…
-Cuando me encontré mejor pasó, nada más.
-He visto como te mira, le gustas.
-¡Qué va!
-Ariel, espero que no le hagas daño es un buen chaval.
-Tranquila, yo no voy a hacer nada que no queramos los dos.
-¿Así que vais a ser amigos con derecho?
-Sí.-Confieso.-Pero le he dejado las cosas claras.
-Pues yo creo que no deberíais, al menos por ti, porque sé como eres y no quieres dañar a nadie y menos a ese chico.
-Por eso no he aceptado hasta que lo tuviera claro, sabe que no es nada serio y que yo no voy a acabar enamorada de él, bueno ni de nadie.
-A lo mejor él piensa que puede conquistarte y por eso lo hace.
Me quedo en silencio reflexionando eso.
-Bueno, vamos que se estarán preocupando.-Abre la puerta.-Piensa en lo que hemos hablado.-Sonríe.-Aunque quien sabe si termina gustándote.
-Taylor…
-Ya lo sé, pero eso no se puede evitar y ya tienes una edad en la que puede cambiar tu forma de pensar respecto al amor.
Me encojo de hombros y salgo.
---------------------------------------------------------
Después de tomar algo Dave y yo quisimos dejar a los tortolitos solos.
¡No aguantábamos más cariños!
-¿Qué te apetece hacer?
-La verdad que ando cansada… Me gustaría ir a casa.
-¡Oh, lo entiendo!-Dice algo decepcionado.-Déjame acompañarte entonces.
Asiento con la cabeza y nos ponemos a andar en silencio.
-Oye, Dave.
-Dime Ariel.-Sonríe.
-Que… Bueno… He estado pensando en lo de… Bueno ya sabes, ¿estás seguro que quieres aceptar el trato sabiendo lo que pienso?
-Sí, tranquila, ya te dije que solo iba a haber sexo, nada de sentimientos.
-Taylor piensa que te gusto y que podría perjudicarte, por eso te lo pregunto.
-¡Oh!-Es lo único que dice.
-No quiero hacerte daño Dave, eres el único tío que me ha caído bien y al que no le veo solo para un polvo… Quiero decir que… Igual lo mejor es que seamos solo amigos.
-Tranquila, sí es verdad que me gustas en el sentido de atraerme, y disfruté muchísimo esas dos noches, pero si quieres ser amigos a secas, me parece bien.-Sonríe.-Tú me caes genial y creo que podríamos ser muy buenos amigos, aunque estando solteros si quieres…
-No, vas a ser mi primer amigo de verdad y no quiero estropearlo, ¿amigos a secas?
-Amigos a secas.-Ríe.
Me acerco y lo abrazo siguiendo mi impulso.
Él me rodea devolviendo el abrazo.
-Yo… No suelo ser cariñosa, pero me hace mucha ilusión tener un amigo de verdad y… Mi primer impulso ha sido abrazarte.
-No te preocupes, los amigos pueden darse abrazos.-Sonríe.-Y besos en la mejilla.-Dice antes de darme uno.
-¿Entonces somos amigos a partir de ahora?
-Eso hemos dicho, ¿o te estás arrepintiendo?
-¿Qué? ¡No!-Sonrío.-Me alegro de ser tu amiga, puedes contar conmigo para lo que sea.
-Ui, ¿eres tú Ariel? ¿No te ha secuestrado ningún extraterrestre?
Reímos antes su ocurrencia.
-Para saber poco de mí me conoces bastante bien…-Río.-Muy pocos han visto este lado mío, solamente mi tía y Taylor, para ser más exactos.
-Y ahora yo.-Sonríe.- ¿Y tus padres?
Resoplo.
-Puedes confiar en mí y contarme todo lo que quieras.-Me mira a los ojos.- Pero si te va a llevar tiempo lo entiendo, tranquila.-Me sonríe.- Respetaré tu silencio.
-Gracias.-Sonrío.-Pero la verdad que… igual me viene bien contarle a alguien lo que pasó.
-¿Estás segura? ¿No querías ir a descansar?
-Sí, pero puedes entrar y estar un rato conmigo.-Sonrío.-Así te presento a mi tía Kim, te caerá genial.
-Me parece perfecto.

martes, 16 de julio de 2019

POLOS OPUESTOS IX


Capítulo IX

-¡Qué guapa estás, mi amor!-Exclama Trevor abrazando a su novia antes de darle un pico.
-Gracias, tú tampoco estás nada mal … -Sonríe mi mejor amiga.
Dave y yo nos miramos e intentamos mantener la risa.
No nos damos dos besos ni si quiera un abrazo, simplemente nos saludamos con una sonrisa y un ‘Me alegro de verte’.
-¿Vamos a tener que aguantar esto por mucho tiempo?
-Sí, sois nuestros mejores amigos y esto va para largo así que…
Otra mirada entre Dave y yo, ambos pensamos lo mismo <<Estos no van a aguantar mucho, aunque espero equivocarme>>.
Tanto para el chico como para mí el amor no es algo importante, simplemente con tener a un amigo especial de vez en cuando nos vale, aunque sé que él sí quiere encontrar a alguien especial, bien me lo dejó claro el otro día.
Después de unos minutos eternos de besos y abrazos la pareja se despega y proponen un bar a donde ir, nadie se opone ante la propuesta así que empezamos a andar.
Delante van los tortolitos dados de la mano y diciendo ñoñerías, mientras que nosotros vamos haciendo bromas.
-Ya verás como al final nos va a entrar diabetes al verlos.-Digo yo por lo bajo.
-Pues sí, aunque yo quiero algún día encontrar pareja no seré tan acaramelado, ese no es mi estilo.
-¿Pareja? ¿Qué es eso? ¿Se come?
Dave se ríe negando con la cabeza.
-¿Por qué te cierras tanto al amor?
Pego un respingo al oír esas palabras.
-Simplemente me parece absurdo estar pendiente de otra persona para que al final te haga daño.
-No siempre es así, si encuentras a la persona indicada, por muchos problemas que se pongan delante vas a superarlos y no la perderás.
-Prefiero vivir feliz y soltera, bastantes problemas da la vida como para sumar uno más.-Me encojo de hombros.
-No sé que te han hecho los hombres para que pienses así de nosotros, pero tarde o temprano te acabarás enamorando de alguien y pensarás de otra manera.
-¿Enamorarme yo? ¡Jáh! ¿De quién me voy a enamorar? ¿De ti por ejemplo?
-Quien sabe.-Me dedica una sonrisa.
-No Dave, tengo claro que la vida en pareja no es lo mío.
-Tranquila, me ha quedado bastante claro.-Ríe.-Y sé que contigo solo podré disfrutar de vez en cuando por el sexo, pero nada más.
-Me gusta que lo tengas claro, aunque prefiero no… repetir… no porque no me guste, sino por miedo a que tú sí te enamores o al menos sientas algo por mí y yo no pueda dártelo.
-Tranquila, sé lo que quieres y es lo mismo que busco yo de ti, yo estaré dispuesto para cuando quieras placer.-Me sonríe.
-¿Estás seguro que no te molestará eso en algún futuro?
-Seguro.
-Entonces… ¿Amigos con derecho?-Le susurro al oído.
-Sí.-Sonríe.
-¿Qué tramáis?-Pregunta Taylor soltándose de la mano de su querido.

-Nada.-Me encojo de hombros.
-Ya, ya, por eso estáis cuchicheando.
-Tranquila, no es nada sobre vosotros.-Responde Dave.
-Ya hemos llegado.-Dice Trevor abriendo la puerta del bar.
Entramos, nos sentamos en una mesa donde hay 4 sillas y esperamos a que venga el camarero para que nos atienda.
-Buenas tardes, ¿qué desean?-Dice una voz que me resulta muy familiar.
Levanto la cara y me encuentro con Byron.
<< ¿QUÉ? ¿EN SERIO TIENE QUE SER ÉL?>>.
-¡Anda, Ariel! ¿Cómo tú por aquí?
Todos dirigen la mirada hacia mí sorprendidos.
-¿Os conocéis?-Pregunta mi mejor amiga.
-Sí, soy Byron Cooper, el hermano mayor de los niños a los que cuida vuestra amiga.
-Yo soy Taylor, su mejor amiga.-Sonríe.-Y estos son Trevor, mi novio, y Dave el mejor amigo de Trevor.
Los chicos saludan con un gesto de cabeza pero no dicen nada más.
Yo sigo muda, observando los movimientos de cada uno de mis acompañantes.
-Bueno que, ¿no vas a decirme nada?-Pregunta el camarero.
-Hola.-Saludo sin mucho ánimo.-A mí me pones una Coca-Cola.
-Ariel y sus buenos modales.-Dice en un tono no muy alto, pero sí lo suficiente para que lo escuche.
-Él y sus quejas.-Sonrío.
-A mí me pones otra Coca-cola, ¿y tú cariño que quieres?-Interrumpe Taylor para que no sigamos lanzándonos pullitas.
-Pues… Una cerveza sin alcohol.
-Otra.
-Listo, en seguida os lo traigo.-Dice Byron tras apuntar el pedido.
Cuando está lo suficiente lejos todos me miran expectantes.
-¿Tan mal os lleváis?-Pregunta Trevor.- ¿Qué te ha hecho para que estés así con él?
-A ti que te importa.-Digo malhumorada.
-Cielo, no preguntes más por favor.-Le pide Taylor.-Ella tiene sus motivos para tratar así a todo aquel que sea chico.
-Aunque conmigo se lleva mejor.-Dice Dave con una gran sonrisa.
-Pero… Porque tú te la has tirado, con los demás siempre es una borde.
-¿Podéis dejar de hablar de mí como si yo no estuviera? ¡Al final me marcho!
Todos se quedan en silencio, y justo en ese momento vuelve Byron con las bebidas.

lunes, 8 de julio de 2019

POLOS OPUESTOS VIII


Capítulo VIII

Los días siguientes fueron normales, lo único que hacía era estar en casa con mi tía y después en el trabajo pues la familia Cooper me necesitaba cada vez más horas.
Por suerte no me encontraba con Byron o si lo hacía ya no me daba la brasa, simplemente me hacía un pequeño gesto como saludo y poco más.
A Tylor la echaba mucho de menos, pero el poco tiempo libre que tenía me lo pasaba durmiendo.
El timbre no deja de sonar despertándome de la pequeña siesta tras una larga jornada.
<< ¿Y mi tía qué hace para no abrir?>>
Me levanto resignada del sofá y me dirijo a la puerta, abro la puerta y me encuentro con una Taylor muy sonriente.
-Hola mi amooooorrrrrrrr.-Se lanza a mis brazos.
-Hola cielo, ¿y esta efusividad?
-¡Te echaba de menos y no aguantaba más sin verte!
-Ya, ya…algo más ha pasado para que estés así.-Digo levantando una ceja.
-¡Qué bien me conoces!-Sonríe entrando como Pedro por su casa.
Llega al sofá y se deja caer sin que su brillante sonrisa desaparezca y la acompaña con un suspiro feliz.
-¿Me vas a contar ya lo que te hace estar así de feliz?
-¡Ven, sientaaaa!-Se sienta bien y da unas palmaditas a su lado.
Me siento donde ella me indica y espero a que hable.
-¡Trevor me ha pedido perdón!
-¿Y?
-Lo ha hecho de la manera más romántica y bonita… ¡Mejor que en las películas!
-¿Cómo?
-Pues vino de sorpresa a mi casa, al principio no lo abrí, bueno directamente no le abrí hasta que después de dos horas iba a salir de casa.-Suspira de nuevo.- ¡Esperó por mí! Y luego me dijo unas cosas preciosas… Me pidió perdón y me ha regalado un hermoso ramo de rosas… ¡Es gigante! Mira.-Dice sacando su móvil y enseñando su regalo.
-Y tú eres tan tonta de perdonarlo, ¿no?
-¡Ariel!-Dice enfadada, pero su sonrisa no tarda en volver.-Sé que lo que hizo no está bien, pero…saqué las cosas de sitio, o sea no somos novios, él puede enrollarse con quien quiera.
-No digo que no lo pueda hacer, pero delante de tus narices y en tu fiesta de cumpleaños…
-Lo sé, él me ha dicho que se arrepiente, que bebió demasiado y… surgió.
-Ellos y sus excusas…
-Bueno, pero es que la cosa no acaba ahí.
-¿Ah no?
-¡Me ha pedido salir!-Salta de la alegría.- ¡Ya tienes cuñiiiiii!
-¿Qué? ¡NO!-Grito.-Vale que te líes con él y eso, pero que sea tu novio ya es otra cosa.-Resoplo.
-¿No quieres que sea feliz?
-Claro que quiero, pero…
-Ariel, sé que ha cometido un error, pero también es persona y puede equivocarse.-Vuelve a sonreír.-Él es un cielo, y sé que no pasará más, estando juntos sé que no me va a ser infiel.
-Bueno… Espero que de verdad no te ponga los cuernos ni te haga daño de ningún modo porque…
-Sí, lo matarás y si lo hace te daría mi permiso.-Se acerca a mí y me abraza.-Pero no va a pasar eso, no vas a tener que revivir todos esos momentos.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.-Me sonríe y me da un beso.-Si veo algo raro lo pararé antes de tiempo.
Sonrío no muy convencida y ella me abraza con fuerza.
Mis lágrimas aparecen tras recordar el pasado.
-Oye, ¿y si llamas a Dave y tomas algo con él o algo?-Me sugiere.-Te vendría bien despejarte, andas muy estresada últimamente.
-No sé…
-Es más si quieres le digo a mi novio.-Sonríe.- ¡Qué bien me siento al llamarlo así! Y salimos los cuatro juntos, ¿qué te parece?
-Prefiero descansar…
-Anda, por favor… ¡Hazlo por tu mejor amiga a la que casi ya no ves!-Me pone pucheros.
-Está bien...
-¡Yujuuu!