martes, 10 de septiembre de 2019

POLOS OPUESTOS XVII


Capítulo XVII

-Perdonad, ¿podemos sentarnos con vosotras?-Dice una voz masculina.
Aria y yo miramos al chico y nos percatamos que viene con otro un poco más pequeño que él, no solo por altura sino en la cara se ve que es más joven.
-Es que todas las mesas están ocupadas y hemos visto estas dos sillas libres…-Continúa diciendo.
Nos encogemos de hombros y dejamos que se sienten, aunque nos quedamos sorprendidas y extrañadas.
-Yo soy Eder y este es mi hermano Caleb.
-Hola.-Habla por fin el menor.
-Yo soy Ariel, y ella es Aria.
Nos damos dos besos cada uno y nos quedamos en silencio sonriendo.
-¿Sois hermanas? ¿Primas?-Habla Eder de nuevo.
-¡Oh, no! Somos… ¿colegas?
Las dos reímos mientras nos miran con caras de no entender el chiste.
-Es que yo soy la niñera de sus hermanos pequeños, y me han invitado a sus vacaciones familiares.
-Y casi no hablábamos hasta… hoy.
-¿Entonces no sois de aquí?-Pregunta Caleb.
-No, somos de un pueblo que está a 3 horas de aquí.
-¿Y cuánto os quedáis?
-Una semana.
-Así que nos veremos toda la semana…-“Piensa” en alto Eder.
-¿Quién ha dicho que nos vayamos a ver?-Contesto borde.
-¿Por qué no?
Nadie habla de nuevo.
-¿A caso me niegas que estás disfrutando de nuestra compañía?
-Prefería estar a solas con Aria.
-Ya, claro.
-Venga bro, vamos a dejarlas solas, bastante hemos molestado ya.
-No, no me voy a ir de aquí, nos han dejado sentarnos aquí y hasta que no termine mi granizado no me iré.
-Pues no empieces otra vez, por favor.
Después de eso estuvimos todo el rato en silencio, no aguantaba más así que terminé mi bebida helada y me levanté sin decir nada.
Detrás vino Aria.
-¿Por qué te has ido?
-No aguantaba más su presencia, ¡es un idiota egocéntrico!-Grité para que me oyera.
-Te he oído.-Gritó el mayor.
-De eso se trataba.-Sonrío y le enseño el dedo corazón.
-Tú tampoco es que te hayas comportado muy bien…-Dice enfadada Aria.-No has dejado de provocarlo.
-Pues si tan bien estabas tú, ¡quédate con ellos! Pero yo me vuelvo a casa.
-Bien.
-Pues adiós.
Aria vuelve a la mesa con los chicos y yo empiezo a caminar rumbo a casa.
Después de andar unos quince minutos me percato de que no sé por donde voy ni por donde tengo que seguir.
-¡Me he perdido!-Exclamo en alto al ver que nadie pasa.
Suspiro y me siento en el bordillo de la acera por donde estaba yendo.
Cojo mi móvil y veo que no tengo cobertura.
<< ¡Genial! No puedo llamar a nadie y menos buscar en Google Maps, aunque ni siquiera sé el nombre de la calle… >>
Tras varios intentos noto que alguien está al lado mío, de pie.
-Byron…-Digo sorprendida.
-Hola Ariel, ¿y mi hermana?
-Se quedó en el Ice&Pop con unos chicos.
-¿Y por qué la has dejado sola con unos desconocidos?
-Porque ella ha querido, yo no aguantaba más estar con ese estúpido y su hermano… Aunque su hermano me caía mejor.
-¿Y qué haces aquí sola?
-Me he… perdido.
-¿No sabes usar el Google Maps?
-Sí, pero no sé la calle donde está vuestra casa.
-Pues haberme llamado, tonta.
-¿Sin cobertura? Muy difícil.
Se ríe y se sienta a mi lado.
-¿De qué te ríes?
-De nada…
-Ya, venga cuenta.
-De la situación.
-¿Te parece gracioso que esté perdida?
-No…
-¿Entonces?
-Da igual, Ariel.-Sonríe y me da un beso en la mejilla.-Al final te voy a coger cariño y todo.
-¡Buah, quita, quita!

martes, 3 de septiembre de 2019

POLOS OPUESTOS XVI


Capítulo XVI

La comida es un poco incómoda porque nadie se atreve a hablar, Byron ni me mira ya si quiera, lo único que se oye son las risas de los más pequeños que juegan entre sí.
-Después de la siesta podemos ir a la playa todos juntos, ¿qué os parece?
-Mamá, Thalia y yo habíamos pensado visitar el pueblo, ¿podemos?
-Claro, hijo.
-¿Y yo puedo quedarme aquí y salir luego?
-¿Tú sola?
-¿Por qué no?
-No, Aria, tú sola no vas a quedarte por aquí.
-¡Pero si ya me conozco el pueblo! Quiero hacer amigos, pero si estoy con vosotros no puedo.
-Tu madre te ha dicho que no y punto.-Interrumpe el sr. Cooper.
-¡Esto es injusto!-Dice antes de levantarse e irse a su habitación.
-Perdona esta escena, Ariel, últimamente está muy rebelde.
-Tranquila, si me permitís iré a hablar con ella.
-Me parece buena idea, quizá contigo sí quiera hablar y puedas hacerle entrar en razón.
Asiento y voy al dormitorio.
Antes de entrar llamo, pero Aria no me abre.
-Soy Ariel, ¿puedo?
-Sí, pasa.
Abro la puerta y me acerco a su cama donde está echada boca abajo.
-¿Ves de lo que te hablaba? Eddy ha venido con su novia y normal que pueda hacer lo que le dé la gana, pero yo no tengo con quien ir y no me dejan.
-Aria, te entiendo, yo a tu edad tampoco podía hacer lo que me daba la gana si salía yo sola, Kim, mi tía no se fiaba y aunque ya era mayorcita tenía miedo, y por eso la comprendía… Tu madre no quiere privarte de tu libertad, pero no puede evitar tener ese miedo, has crecido y comienzas a volar, y estás en todo tu derecho, quizá debas hablar a solas con ella y de manera tranquila, seguro que consigues lo que quieres, siempre y cuando con unos límites.
-¿Tu tía? ¿Y tus padres?
-Mi tía es la única familia que tengo desde que tenía medio año.
-Oh, lo siento.
-No pasa nada.-Sonrío.-Está superado, aunque algún “trauma” tengo, por ejemplo me cuesta socializarme.
-¿Y por eso te llevas mejor con mis hermanos pequeños?
-Exacto, pero… Prefiero no hablar más del tema, bastante te he contado ya…
-Tranquila, no quiero que… o sea, es tu vida y no soy tu amiga como para que me cuentes esas cosas, no hace falta.
-No te preocupes.
-Está bien, hablaré con mi madre, gracias.
-De nada.-Sonrío.-Y ahora… ¿Bajamos a terminar de comer?
------------------------------------------------------
Al final mientras todos estaban en la playa, Aria y yo salimos por el pueblo.
Ella hacía de guía y yo de turista.
-Can you speak in english? (¿Puedes hablar en inglés?) -Pregunto haciendo el bobo.
-Oh, yes, yes… Aren’t you spanish? (Oh, sí, sí… ¿No eres española?)
Decimos dos frases más en inglés y después empezamos a reír a carcajadas.
-Hacía mucho que no me reía así.-Confieso.
-¿No sueles reír?
-Sí, pero… Me cuesta muchas veces.
-Vaya…
-Bueno, ¿y ahora qué hacemos?
-Si quieres podemos ir a tomar un granizado.
-Me encantaría.-Sonrío.

POLOS OPUESTOS XV


Capítulo XV

-¿Has cogido suficientes bañadores? ¿Y las gafas de sol? ¿Y protección?-Pregunta mi tía nerviosa.
-Sí, tita… Tengo todo.
-¿Segura? ¡No se te olvide nada!
-Segurísima, me hice una lista y tengo todo.
-Vale… Pero comprueba por si acaso.
-¡Estás más ansiosa tú que yo!
-Es que es la primera vez que me separo de ti desde… Y no sé que va a ser de mí, ¡te voy a echar tanto de menos estos días!
-Yo a ti también.-Me acerco y la abrazo.-Pero te irá bien, así puedes hacer tus cosas tranquila, queda con alguna amiga o algo, ¡qué hace mucho tiempo que no quedas con nadie!
-Ya… Quizá llame a Sheila.
-Me parece genial, pásalo bien.
-¡Y tú genial, y llámame de vez en cuando!
-Sí, tía.-Sonrío y le doy un último abrazo.
Tras despedirme salgo con la maleta, la mochila y el bolso y miro a ver si veo el coche del Sr. Cooper.
Me acerco y tras saludarlo metemos mis cosas en el maletero.
------------------------------------------------------
El viaje en autobús dura casi tres horas, Byron y yo nos hemos tenido que sentar juntos, pero vamos en silencio, él mira el paisaje y yo escucho música, Eddy va con su novia hablando y dándose besos y abrazos, Aria va leyendo un libro y su compañero es Ezra, los pequeños van atrás del todo junto a su madre, y están dormidos.
Se hace eterno el viaje así que en cuanto notamos que el bus ha estacionado salimos corriendo del vehículo, cada uno coge sus cosas y caminamos unos metros hasta llegar a la casa de la playa de los Cooper.
Todos desaparecen por las escaleras, salvo Ezra y Jessica, quienes me enseñan la distribución.
Hay 5 dormitorios, 3 cuartos de baño, una cocina, una sala de estar, un comedor y un gran jardín con piscina.
¡Está genial!
Lo único malo es que me toca compartir la habitación con Aria… Aunque es lo suficientemente grande como para estar “lejos” la una de la otra.
Los pequeños duermen todos juntos en dos literas, Eddy con su novia Thalía, y Byron solo.
Tras ver toda la casa entro en la habitación y veo que Aria se ha echado en una cama.
En silencio me acerco hasta la otra, me siento para ver como de cómodo es el colchón y mientras observo mi alrededor.
-Es bonita, ¿eh?
-Sí, toda la casa, ¡qué suerte que tengáis una casa con vistas al mar! ¡Cómo me gustaría tener una!-Sonrío.
-La verdad que está muy bien, aunque odio las vacaciones familiares, me obligan a hacer cosas que yo no quiero…
-¡Oh, vaya…!
-Es un rollo, pero este año ya tengo la mayoría de edad y espero que me dejen más libertad.
Sonrío sin saber que decir más.
-Mira Ariel, sé que no hemos hablado mucho nunca y que puedo parecer una borde, pero… nos tocará compartir habitación por unos días y me gustaría llevarme algo más contigo, no digo de ser súper amigas, pero sí respetarnos.
-Me parece bien, yo no te molestaré si tú no me molestas.
Ella asiente con la cabeza y medio sonríe.
Le devuelvo la pequeña sonrisa y miro mis maletas.
-¿Dónde puedo dejar mi ropa?
-En ese armario de ahí.-Señala con la cabeza el armario más cercano a mi cama.
-Gracias.
-De nada.
Y en silencio acomodamos nuestras cosas, después salgo de la habitación y voy al jardín donde los niños ya están en la piscina.
-¡Arieeel!-Grita Lilith.- ¡Ven a bañarte con nosotros!
Niego con la cabeza y miro mi vestimenta en señal de que no tengo el bañador puesto.
-Pues póntelo.-Aparece Byron sin camiseta, solamente con un bañador negro.
-Es que no sé…
-¿Te da vergüenza?
Asiento sonrojándome.
-Pues si no te pones el bañador te vas a mojar la ropa… Tú decides.
-No pienso meterme con ropa, así que no me la voy a mojar.
-Tú no, pero si no vas a cambiarte te voy a empujar y me da igual que estés vestida.
-No te atreverás…-Entrecierro los ojos.
Al comprobar que no es mentira decido subir al cuarto a cambiarme.
Cuando bajo Jessica también está ahí, está tumbada en una tumbona tomando el sol.
-¿Te gusta?-Pregunta al percatarse de mi presencia.
-Me encanta.
-Has hecho bien en aceptar, ¿eh?
-La verdad que sí.
Las dos sonreímos y ella sigue tomando el sol.
Me acerco hasta la piscina y me quedo observando a los niños sin meterme.
De repente noto que alguien me eleva: Byron.
-¡Bájame ahora mismo!
-¿Segura?-Sonríe.
-Sí.
-Está bien, tú lo has dicho.-Sonríe y me lanza a la piscina.
-¡Idiota!-Grito yendo hacia las escaleras.
Los niños me miran sorprendidos.
-¡Has dicho una palabrota!-Dice Lilith.
-Perdón.-Me sonrojo.
-¡Ya te vale!-Dice Byron riendo.
Le lanzo una mirada asesina y me acerco a la escalera para salir a por él, él se queda quieto unos segundos y cuando ve que estoy lo suficiente cerca me agarra de los brazos y me lanza con él.
-¡Te vas a enterar!
-¿Qué me vas a hacer, eh?
-Ahora lo verás.
Me intento acercar a él, pero sale nadando y buceando.
Le termino alcanzando e intento hacerle una ahogadilla, pero se me adelanta y se zambulle en el agua.
No veo donde está y de repente noto que me sube a sus hombros.
-¡Qué manía tienes!
Los niños empiezan a reír y se acercan para jugar con nosotros, mientras la señora Cooper sonríe mirándonos.
-¿Quieres que te baje?
Asiento con la cabeza.
Y otra vez me lanza al agua.
-Tú me lo has dicho, no te quejes.
Furiosa me acerco a él, pero cuando me doy cuenta estoy demasiado cerca, nuestros abdomen se rozan y nuestras miradas se cruzan.
No oigo nada en ese momento y no veo nada más que esos ojazos azules tan bonitos que me hipnotizan, mi respiración se agita y por mi cuerpo recorre un cosquilleo.
<< ¿Qué me está pasando? ¿Por qué no puedo apartar mi mirada de él? ¡Mira esos labios! Son tan apetecibles…>>
<< ¡No, Ariel! Concéntrate y deja de pensar eso… ¡Apártate!>>
-¡Se van a besar!-Exclama Marvin.- ¡Qué asco!
<< ¡Me has salvado, pequeño, gracias!>>
-Más le gustaría a él.-Río mirando a los niños.
-¡Pues a mí me gustaría que fueras su novia!-Dice Rosie.-Así te veríamos aún más, incluso podrías vivir con nosotros.
-Niños, dejad a los mayores y salid de la piscina ya.-Interrumpe la madre de los niños.
Los niños hacen caso a Jessica y nos dejan a solas.
Empiezo a nadar ignorando que Byron me está siguiendo.
-¿Por qué huyes de mí? Ahora que estamos solos… ¿no me vas a hacer caso?
No contesto y empiezo a bucear, pero él también se mete debajo del agua colocándose en frente mío y me saluda.
Cuando salimos a coger aire me sonríe.
-Respecto a lo que has dicho… sí, me encantaría.-Dice mirándome a los ojos.
-¿Cuál te encantaría?
-Besarte.
Mi corazón se acelera y otra vez noto ese cosquilleo.
<< ¿Qué me está pasando? ¿Por qué al oír esas palabras de su boca tengo aún más ganas de…? ¡Qué no Ariel, no puedes hacer eso! >>
Me doy media vuelta intentando avanzar hacia la salida de la piscina, pero me agarra del brazo para que lo mire.
-Ariel, no puedes ahora dejarme así, sé que tú también lo deseas.-Sonríe.
-¿Y por qué piensas eso?
-Tus ojos lo piden a gritos, y la mirada nunca miente.
-Pues esta vez sí, son imaginaciones tuyas más bien, porque no quiero nada contigo… ¡Ni con nadie!

POLOS OPUESTOS XIV


Capítulo XIV

Los días siguientes continuaron aún más tranquilos, Byron aceptó no seguirme, ya no me picaba y nuestra relación era formal, no nos llevábamos bien pero tampoco mal, además casi no aparecía en casa durante mi jornada laboral.
Mi relación con las pequeñas cada vez iba mejor y poco a poco podía irme acercando a Marvin.
De Aria y Eddy no he vuelto a saber nada, solo coincidí una vez más con ellos, y lo único que nos dijimos fue un seco ‘Hola’.
Mi amistad con Dave cada vez iba mejor, aunque Taylor pensaba que había algo entre nosotros o que al menos en un futuro no muy lejano podría haber algo más que solo amistad.
Yo me negaba ante eso, para un amigo que he tenido no quiero estropearlo con nada, y mucho menos con algo en lo que yo no creo como es el amor.
Mi tía se alegraba muchísimo de que por fin tuviera a alguien más en quien confiar y de vez en cuando lo invitaba a comer o cenar.
Mi vida en ese momento parecía ir mejor, aunque seguía sin ser feliz, al menos podía estar contenta más a menudo.

-Hola Ariel, soy Ezra, ¿te pillo ocupada?-Dice al otro lado de la línea.
-Hola sr. Cooper, no, dígame.
-Verás, me gustaría que te pasaras por mi casa para hablar sobre un tema.
-Oh, claro, en quince minutos estoy allí.
-Perfecto, hasta ahora.
-Hasta ahora.-Cuelgo y suspiro angustiada.
<< ¿Me va a despedir? Pero… ¿Por qué? >>
Era una pregunta que me rondaba por la cabeza durante todo el trayecto hasta el hogar de los Cooper.
Sin embargo, cuando Jessica me abrió la puerta lucía una gran sonrisa, nada de enfados ni tristeza… Entonces, ¿de qué querían hablarme?
-Hola Ariel, pasa al despacho.
Asiento y le hago caso.
Una vez dentro Jessica se pone al lado de su marido y ambos me miran sonriendo.
-¿Qué es lo que pasa?
-Ariel, estamos muy contentos de tenerte en nuestra casa, los niños están encantados contigo y Byron nos habla maravillas de ti.-Comienza a decir Ezra.- Por eso nos gustaría que te vinieras con todos nosotros de vacaciones a la playa.
-¿En serio?-Sonrío.-No… Quiero ser una molestia…
-No eres una molestia, además todo te lo pagaríamos nosotros y podrías relajarte.
-¿Nos vas a decir que no te gusta la playa?-Habla esta vez la sra. Cooper.
-¡Oh, claro que me gusta! Pero no sé si sería buena idea…
-¿Por qué? Sabemos que Byron y tú os lleváis mejor y así podríamos comprobar nosotros mismos el buen trabajo que haces, y además podrías conocer mejor a Aria y Eddy.
-Ya, pero… No sé…
-Bueno, no queremos obligarte, pero nos gustaría mucho que aceptases.
-Tienes tiempo para pensarlo, hasta dentro de dos semanas no nos vamos.
-Está bien, me lo pensaré.
-Gracias.
-Gracias a vosotros.-Sonrío.

Después de salir de esa casa me dirijo a la de Taylor.
¡Se lo tengo que contar ya!
-Holaa guapa, ¿cómo tú por aquí?-Pregunta mi mejor amiga sorprendida.
-Hola mi amor.-Sonrío.-Tengo algo que contarte.
-¿Dave se te ha declarado? ¿Le has dicho que sí? ¡Enhorabuena!-Me abraza.
-¿Qué? ¡No! No seas pesada con ese tema, ya sabes que eso no va a ocurrir nunca.
-Nunca digas nunca.
Niego con la cabeza y entro en su casa.
Taylor me sigue y vamos a su habitación.

-¿En serio? ¿Con todos los gastos incluidos? ¡Yo ni me lo pensaba!
-Es que no quiero deber nada a nadie… Y menos a ellos, que bastante me pagan por cuidar a los peques.
-¡Estás loca si rechazas tales vacaciones! ¿Cuántas veces me has dicho que quieres salir de aquí? Siempre has soñado con viajar y ahora que tienes la oportunidad… ¿Vas y la desaprovechas? ¡No, no!-Se cruza de brazos.-Además, vas a tener buenas vistas.-Sube y baja las cejas.
-¿Buenas vistas? ¡Ni siquiera he visto una foto del lugar!
-No me refería a eso…-Ríe.-Me refiero al bombón de Byron.
-¿Byron? ¿Bombón?-Niego con la cabeza.
-Vamos, ¿me niegas que está buenorro ese chico?
-No…-Me sonrojo.-Pero no quiero tener nada con él.
-¡Qué tonta eres! Primero rechazas a Dave, ahora a Byron, ¿quieres ser la vieja de los gatos?
-No, la vieja de los perros.-Sonrío.
-¡Pues no eh! Tú te tienes que casar algún día y darme sobrinos.
-¿Casarme? ¡Eso sí que no! Y sobrinos… en tal caso uno, pero adoptado.
-¿No quieres casarte ni tener hijos?
-¡Pero si no quiero novio…! ¿Cómo voy a pensar en eso?
-También es verdad… ¡Tienes que cambiar de mentalidad!
-Taylor, ya sabes mi historia…
-Y por eso mismo tienes que enfrentarte a tus miedos, mira, yo te quiero mucho pero no te veo feliz, y sé que tarde o temprano vas a caer rendida a los pies de un maromo con el que podrás ser feliz, no quiero que te quedes sola…
-No estoy sola, os tengo a ti, mi tía y Dave.
-No es lo mismo, nosotros no te podemos dar algo que… Bueno, Dave sí, pero te niegas así que… ¡Quiero que vayas a esas vacaciones y te enamores! Ya no digo que sea de Byron, búscate a un novio pero ya.
-¡Qué pesada eres!
-Bueno, ¿entonces vas a aceptar las vacaciones?