viernes, 17 de julio de 2020

EL SECRETO DE MI JARDÍN XXII

Cuando llegamos Joel se ofreció acostar a nuestros hermanos mientras yo me despedía del jardinero, así que les di un beso a Axel y Hera y se marcharon junto a mi mellizo.
-¿Quieres entrar a beber algo?-Le ofrecí con una sonrisa.
-A beber algo no...pero quizá me gustaría hacer otra cosa.
-¿Qué cosa?
-Vamos y lo averiguarás.-Me cogió de la mano y entramos en la casa.
Salimos al jardín y me llevó al cobertizo.
-Vamos a estrenarlo.-Dijo Connor cerrando la puerta tras de sí.-Enciende la luz, ¿no?
-No, o sino Joel se enterará de que estamos aquí.
-¿Qué quieres? ¿Tropezarte?
-No, usaremos la linterna del móvil, se notará menos.-Dije encendiéndola y enfocando al chico.
-¡Ay, qué me dejas ciego!
-Sh...No grites o nos oirán.
-Pues cállame tú.
Asentí con la cabeza y con un beso apagué sus palabras.
El beso comenzó siendo lento, con ternura, pero poco a poco aumentó la velocidad.
Sin embargo me separé a tiempo.
-Yo...no...
-Tranquila, cielo.-Dijo sin separar sus manos de mis caderas.-Esperaré el tiempo que haga falta.
Los dos sonreímos en silencio, no en uno incómodo, sino en uno en el que ambos nos decíamos todo con la mirada.
-Lana...yo...sé que es muy pronto...pero...quisiera saber si...bueno...querrías ser mi novia, no ahora sino un poco más adelante porque sé que tienes miedo de que te haga daño, pero te prometo que te voy a hacer la chica más feliz del mundo.-Subió una de sus manos a mi cara y comenzó a acariciarme.-Porque te lo mereces después de tanto sufrimiento, te mereces lo mejor del mundo entero y yo quiero dártelo porque tú y tus ojos me cautivaron desde el primer minuto que te vi.
-¡Normal, si me viste con poca ropa!-Reí.
Él rió también.
-¿Qué dices entonces?
-¡Pues claro que quiero ser tu novia! Es más...no quiero esperar más, como tú has dicho tengo miedo, pero en estos días me estás demostrando que me quieres hacer de todo menos daño.-Reí.-Así que...oficialmente seamos novios desde este momento.
Él abrió los ojos sorprendido, momento que aproveché para acercarme a sus labios y besarlo de nuevo.
-Eres el secreto de mi jardín.-Susurré separándome un poco de él para después volverlo a besar.
-Jooo...¡Yo quiero que el mundo sepa que tengo a la mejor novia del universo!
Reí negando.
-¿Por qué?
-No...quiero que se estropee tan pronto.-Confesé en un tono apenas audible.
-Ey, nada ni nadie hará que el amor que comienza a florecer lo estropee.-Sonrió y acarició mi pelo.
-¿De verdad?
-De verdad de la buena.
-Hagamos una cosa...-Le susurré al oído.
-Me parece perfecto.-Sonrió antes de cerrar el pacto con un beso.
Después de compartir unos minutos más de mimos decidimos que era hora de separarnos pues seguramente todos se preguntarían donde nos habríamos metido.
Suerte que mi madre aún no regresaba...el único que podía pillarnos era mi mellizo.
Salimos del cobertizo y Connor salió en silencio del jardín por la puerta que daba directamente a la calle una vez que nos despedimos y yo entré en casa.
Cuando subí las escaleras me encontré con una sombra que encendió la luz.
-¡Jod**, qué susto me has pegado capu***!-Dije dándole en el brazo.
Él no paraba de reírse.
-¡Tendrías que haber visto tu cara!
-Como tenga pesadillas por tu culpa...
-¿Por qué tardaste tanto?
-Me quedé tomándome un yogur de beber.
-¿Y por qué no oí ruidos en la cocina? No mientas hermanita...-Me miró acusatoriamente.-¿Qué te traes en manos con el jardinero?
-¿Yo? Nada.-Escondí mi mano que empezaba a temblar.
-Ya, ya...¿Crees que soy tonto?
-Sí lo eres mucho, ¡y un pesado! Déjame pasar que tengo sueño.
-Ah claro...ahora tienes sueño...¿Por qué no has venido antes?
Suspiré e intenté apartarlo de mi camino, y lo conseguí pero se convirtió en mi sombra.
-¿No me vas a dejar en paz?
-No hasta que me cuentes que tienes con él.
-Amistad.
-He visto como os miráis... Podéis engañar a todo el mundo, pero a mí no.
-¡Vete pesado!
Joel negó con la cabeza y se sentó en mi cama.
Suspiré, cogí mi pijama y salí hacia el baño con suerte de que cerré la puerta a tiempo para que mi hermano no entrara.
Cuando me cambié salí encontrándome con mi mellizo enfadado.
-¡Cómo se atreva a acercarte a ti se enterará!
-Blablabla.-Entré en mi cuarto rápidamente y le cerré en toda la cara.
<<¡Por fin me libré de él!>>
Me metí entre las sábanas y tras mandarle un Whatsapp a mi novio intenté dormir.
Y digo intenté porque de la felicidad que tenía en esos momentos no lo lograba.
Mil mariposas revoloteaban en mi interior.
No paraba de pensar en como mi vida había empezado a cambiar a penas unas semanas.
El pasado ya no me atormentaba, al menos como antes y aunque aún lo seguía recordando y me daba miedo el futuro que me deparaba, intentaba disfrutar del presente y de las oportunidades que me estaba regalando la vida.
También me sentía feliz por mi madre pues ella volvió a encontrar el amor.
Justo en ese instante recordé algo.
<<¿Qué es lo que se le pasó por la cabeza a Vega cuando hablamos sobre el tema y por qué no me lo quiso contar?>>
Negué con la cabeza intentándolo olvidar, pero sabía que no iba a conseguir dormir así que la escribí.
        Hola locaaa :P Perdón por las horas pero sé que no conseguiré dormir sin preguntarte esto... ¿Qué es lo que pensaste cuando te conté que vi a mi madre y a Gus muy juntos? 

Ella: Holaa bonita mía <3 Sabes que me puedes hablar cuando quieras, ya sean las 5 de la tarde o las 3 de la mañana. Pues que estaban liados, ¿por? ¿has descubierto algo?
Yo: Ya te contaré en persona, pero no me refiero a eso...sino a lo que no me quisiste decir.
Ella: Buf...no me acuerdo, tía.
Yo: Sé que sí, cuéntamelo por fa... :(
Ella: Está bien...quizá sea una tontería mía, pero me pregunté si Gus y tu madre se llevaban desde hace años y no lo hemos sabido hasta ahora.
Yo: ¿Cómo que desde hace años? ¿A qué te refieres?
Ella: ¿Tu madre te dijo alguna vez quien era el verdadero padre de Axel?
Yo: Eh...no... ¿A qué viene eso ahora?
Ella: ¿Y si es Gus?
Abrí bien los ojos leyendo lo que mi amiga me había mandado. 
<<¿Cómo iba a ser eso posible? No, no lo creía.>>
Yo: No lo creo...Gracias por contármelo, te quiero, descansa.
Escribí un último mensaje y seguí en el intento de dormir.
Pero ahora tampoco podía ir al mundo de los sueños.
Justo en ese momento el sonido de la puerta de la entrada sonó.
¡Mi madre había llegado a casa!
Miré la hora en mi móvil y descubrí que ya eran las 2 de la mañana. 
¡Qué rápido se me había pasado el tiempo!
La pregunta que me había hecho Vega volvió a mi mente.
<<¿Y si tenía razón? Solo había una manera de averiguarlo.>>
Salí de mi cama y con sigilo bajé a la planta de abajo.
Viviana se encontraba en la cocina bebiendo agua.
-¿Qué haces despierta todavía?-Se asombró al verme.
-No conseguía dormir...y como te he oído he venido a darte las buenas noches.
Me sonrió mientras dejaba el vaso en el fregadero.
-Muy bien cariño, entonces buenas noches, que descanses y sueñes con cosas bonitas.-Me dio un beso en la mejilla.
-Un momento mamá, quisiera...
-¿Cuál?
-Quiero saber si...si...
-¿Si? Hija, es muy tarde, ¿por qué no lo hablamos mañana?
-No puedo mamá, no hasta que no sepa la verdad.
-¿Qué verdad? ¿De qué estás hablando?
-¿Quién es el padre de Axel?-Pregunté sin pestañear.

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