lunes, 17 de diciembre de 2018

UN GIRO DE 180º

Capítulo 41

Después de celebrar que una niña iba a llegar después de 4 meses,Naira y Erick se despidieron de los sevillanos y fueron a casa.
Una vez solos,Erick decidió que quería hablar con la palentina de su relación.
-Naira...-Dijo no muy convencido,sentándose en el sofá.-Siéntate aquí un momento,por favor,me gustaría hablar de una cosa.
La chica obedeció y se sentó a su lado,curiosa y preocupada a la vez.
-Me...gustaría...no sé como empezar o como preguntarlo...
-Se directo,estoy muerta y quiero irme a dormir...
-Está bien,¿por qué...por qué no dijiste nada a la chica de que...yo no era...el padre?
Naira sonrió al escucharlo.
-Porque para mí,lo eres.-Dijo cogiendo entre sus manos la mano derecha del chico.-En estos meses me has dado mucho cariño y confianza,y me has demostrado que...de verdad quieres estar a mi lado,me has apoyado en los momentos más difíciles...
El chico se quedó en silencio sorprendido por sus palabras.
-Mira,no sé que es lo que tenemos...no sé si somos amigos,compañeros de piso,amantes...o algo más,pero lo que sí sé es que te has convertido en alguien especial para mí y no quisiera que nada arruinara nuestra...¿relación?-Sonrió y se calló por un momento-No pensé que después de la ruptura de Noah...terminara superándolo aunque fuera un poco,y tú me ayudas,me ayudas a volver a ser feliz,y no solo a mí,sino al bebé también...y por eso pienso que tú eres y serás el padre de mi hija.
Los ojos del chico se humedecieron un poco tras escuchar todas esas palabras que Naira le había dedicado.
-¿De verdad piensas eso?
-Claro.-Sonrió.-Cuando te conocí sentí como...una conexióm especial contigo,pero pensé que se me pasaría...los días pasaron y cada vez que te veía me ponía nerviosa,a pesar de que lo estaba pasando mal contigo conseguía sacar una sonrisa hasta que cuando vine aquí a Córdoba y me ofreciste quedarme a vivir contigo,aunque fuera hasta que encontrara algo,me di cuenta que sentía algo por ti,y eso se fue haciendo más fuerte según pasaban los días...y hoy,viendo tu cara de felicidad viendo al bebé,me di cuenta que...Te quiero,Erick.
Y entonces,sin esperarlo más se lanzó a sus labios.
Sus bocas se rozaron,sus labios se fueron abriendo para dejar que las leguas se entrelazaran y bailaran mientras ambos no podían parar de pensar en el otro y en todas las palabras que la chica había confesado.
Cuando se quedaron sin aire,ambos se apartaron con una gran sonrisa y sus ojos se unieron expresando una gran felicidad.
-Te quiero,Naira,y quiero que seamos...novios,¿quieres salir conmigo?-Se ruborizó sin parar de mirar a los ojos de la chica de la que se estaba enamorando.
-¡Sí!Claro que quiero,cielo.-Sonrió.
Sus bocas volvieron a unirse,y por fin sabían qué era lo que exactamente tenían y no querían perder nunca.
-Ahora sí,ya puedes ir a dormir.-Sonrió Erick.
-Vale...pero...me gustaría dormir contigo.
Eso no se lo esperaba,pero asintió sonriendo aceptando la propuesta.
Ambos se dirigieron al dormitorio del chico,cerraron la puerta y juntos echaron para atrás el edredón y las sábanas.
-¿Vas a dormir con esa ropa?-Preguntó Erick.
-Oh,no...es verdad,voy a cambiarme...así tú también puedes cambiarte.
-La verdad es que yo...duermo desnudo.-Se rascó la cabeza el chico.
Naira abrió bien los ojos,pero su expresión de sorpresa cambió a una de enfado cuando su novio empezó a reír.
-¡Capullo!-Cogió una almohada y se la lanzó.
-¡Oye,qué me has hecho daño!
-¿Daño?¿Con una almohada?¿A qué te tiro...-buscó con la mirada algo más duro-el despertador?
La risa del cordobés cesó.
-¡Ajá!Ahora no te ríes,¿no?
-No,anda ve a cambiarte...pero...la verdad es que duermo en calzoncillos.
-Ya,claro,ya no me lo trago.
Pero el chico no se río y se encogió de hombros mientras veía como su novia se iba de la habitación durante un par de minutos.
Al volver,ya con el pijama azul turquesa puesto,se quedó boquiabierta al ver a su chico en calzoncillos.
-¿Qué?Yo ya te avisé...pero que no me creyeras es otra cosa...-Se encogió de hombros sonriendo y se metió en la cama.
Naira negaba con la cabeza sin decir ni una palabra.
-Anda,ven,cielo.
-No hasta que te pongas al menos una camiseta...
-¿Por qué?¿No te gusta mi cuerpo?
-Sí...pero...creo...que es demasiado...por hoy,a penas hace media hora que...somos novios.
Erick resopló,se levantó y cogió una camiseta blanca del armario y se la puso.
-Así mejor.-Sonrió Naira-Gracias.
Ambos se tumbaron en la cama,abrazados,la chica se acurrucó en su pecho y mientras el chico le acariciaba el pelo hasta que quedaron rendidos en los brazos de Morfeo.

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